capítulo uno.

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Mi vida fue muy dura.  Wow, bonita forma de empezar ¿no?
Pero no es mentira. Al menos, para mí. Siempre sentí que era invisible y que solo me veían por las cosas que hacía y las que no hacía, sobre todo las que no hacia.
En fin, la vida es una perra.
Lo descubri desde pequeña, en la escuela no era la niña mas popular, ni de lejos, o tal vez si, popularmente bullyingable, si se me permite inventar una palabra, no existía persona que no descargara su frustacion conmigo.
Era la típica chica de la que todos se burlaban y trataban de tonta, incluso sus amigos.
Tenía un mejor amigo, Lucca, al menos hasta septimo grado, después comenzó a tratarme mal sin motivos para odiarme.
Cada vez que me insultaba, que me lastimaba, rompia un poco mi corazón.
Solia pensar que Tenía un grupo de amigas o algo asi que me consolaban, mis fieles amigas o eso creía. Ellas también se esfumaron de mi vida.
Hubo un tiempo en el que pasaba mi tiempo comiendo y subía de peso, ese fue otro motivo por el que me molestaban. En mi adolescencia volví a tener un peso aceptable, para mi suerte.
Pasaba el tiempo y aumentaban los problemas, con todo lo que vivía me comenzó a ir mal en el colegio, me llevaba algunas materias a mesa de examen e incluso octavo grado lo re curse, lo que me llevo a perder a las únicas personas que parecía que compartíamos una amistad.
Eso me llevo a una fuerte depresión y como consecuencia ya no hablaba ni salía con nadie de mi edad, por miedo a volver a ser herida.
En casa la cosa no estaba mejor.
Con mi Mamá, Nicole, no me llevo muy bien que digamos. Aunque la amo con toda mi vida, a veces la odio por igual.
Con mi Papá, bueno, es mi Papá, no tengo nada que decir. ¡Si hasta me hace reír!
Con mi hermano, Thomas, tengo una relación de hermanos, nos matamos.
Tengo otro hermano, Sebastían, es casi dos años más grande que yo, con el me llevo estupendo, somos compañeros en todo, es mi confidente y yo la de él.
En estas épocas está de viaje con un tío, no sé cuándo lo volveré a ver, realmente me hace mucha falta. Con él le hacíamos la vida imposible a Thomy, hasta que se fue a esa excursión hace ya casi dos años. Ese había sido un motivo por el que estaba mal.
No sabemos nada de él desde hace tres meses, lo único que sabemos es que está bien, nada más, no sé qué paso con él, si peleo con mis padres, o algo de eso.
Me llamo Aria Mailé Hallen.
Nací el 07 de julio del año 1994 y soy una chica tímida, callada y muy tranquila.
Creo que a lo largo de toda mi vida he desarrollado la habilidad de callarme las cosas, sé que un día no voy a aguantar más y voy a explotar, pero prefiero ser así, a estar lastimada de por vida.
Tengo una altura normal, mis ojos son color almendras, es decir, de una tonalidad cafe claro y brillantes, cortesía de mi abuelo materno, mi cabello es castaño con reflejos colorados que se ven solo a la luz del sol.
También tengo una gata, felicitas, que es la que aguanta mi mal humor y sabe cuándo necesito alguien a quien abrazar.
Ah y una coneja, lola, la que aprieto y muerdo cuando estoy enojada por algo, es como una terapia, me desquito con ella, no es crueldad animal, es mi fiel peluche.
Vivo en Port Ángeles es una ciudad situada en el condado de Clallam, dentro del Estado de Washington, en los Estados Unidos. Con una población de 19.397 habitantes es la mayor ciudad en la península Olímpica. Ah, sí vivo en el año 2011.
***
Me sentía extraño.
Si tenia que ser sincero…
…Desde hacía 200 años.
Aun no podía entender porque me había pasado a mí. ¿Por qué no me dejaron morir?
No quiero ser mal interpretado, estoy eternamente agradecido de que Sammuel me salvara aquel día cuando me encontró en el hospital, muriendo y de que Emily insistiera en que me salve y me adoptara, pero me dolía, ya que mi verdadera familia aún vivía, solo que, ellos me habían vuelto la espalda cuando cambie mi vida.
Al elegir vivir, pero siendo un vampiro, pase a ser su enemigo, porque ellos son licántropos.
Y si hay algo peor que un vampiro para un licántropo, es un Dalizo, que es lo que obtienes si juntas a un vampiro y un licántropo.
Los vampiros no son enemigos de otras especies, aunque los demás piensen que sí.
Solo le temen a una sola cosa, a los Dalizos.
Por eso es que oculto mi verdadera identidad, solo saben lo que realmente soy mis nuevos padres y mi “ex” familia, por llamarlos de alguna forma.
No quiero que mi nueva familia me desprecie por ser algo odiado por las dos especies que llevo en mí, además de ser un humano. No quiero ser temido por aquellos a quienes amo, como lo son mis nuevos hermanos.
En casa siempre tengo lo que quiero y necesito.
Sammuel, mi nuevo padre, es un gran hombre, le debo mi vida. No conozco a nadie más amable, desinteresado, inteligente y dispuesto a darlo todo por otras personas. Es el que mejor me entiende, a diferencia de mi padre biológico.
Emily, mi nueva madre me hace acordar a mi verdadera madre, Mailé. Ella era la única que aún no me había dado la espalda, pero no me atreví a ir a visitarla por casi un siglo, o más, pero ahora, desafiando a mi antigua familia, voy a visitarla, solo puedo estar muy poco tiempo con ella y eso nos lastima a ambos.
Tengo una sola palabra para describir a ambas, única.
A Emily le debo esto, seguir existiendo, ella es como Sammuel, dulce, amable, desinteresada, da amor a los demás sin pedirlo a cambio. Fue la que le rogo a Sammuel que me salvara y por eso siento un gran amor por ella y sé que ella por mí, después de todo soy su primer hijo, bueno, sin contar a Zoey, su hija y de Sam.
Zoey era mi princesa, la vi nacer y crecer. Era mi mundo, la quería como si fuera mi propia niña.
Pero no sabíamos nada desde hacían años, la habían secuestrado, y todos, todos los días, luchábamos por descubrir donde estaba y como se encontraba.
Sabía que Emily había perdido las esperanzas. Yo no me iba a rendir hasta tenerla de nuevo con nosotros.
Mis nuevos hermanos, Milley, Loreley, Emmanuel y Jasson ni se comparan con mis hermanos anteriores, con ellos siempre peleaba, ellos no. Ellos cuatro siempre están para mí, en todo y para todo, pero hay algo que ellos tienen y yo no, que es alguien que los ama sobre todas las cosas.
En mi vida abundan las mujeres, relaciones de una o un par de noches, pero no hay rastros de ella.
La única mujer de mi vida, mi gran amor.
Nos mudamos a Port Ángeles por rumores sobre lo que somos y porque aquí papá posee varias propiedades y mis hermanos y yo, otras propias.
Tal vez aquí encuentre mi hogar.

RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora