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—
¿Podemos intentarlo solo una vez con Kelly? — Pregunta Bianca fastidiada. — Lleva cayéndose todo la práctica.
Todos asienten y me miran, sonrio mientras abrazo mis piernas esperando que la entrenadora se decida.
— Kelly. — Me llama.
—¿Si? Entrenadora. — La miro con una ceja alzada.
— ¿Puedes alzarla? — Ruedo los ojos y me levanto del suelo acercandome hacia donde estaba Maddison. — Veamos. — Nos colocamos en posición. — Un, dos, tres y cuatro. — Mientras contaba,nosotros alzabamos al feto. — Eso es maddi...
No terminó la frase cuando Maddison se resbala cayendo sobre mi hombro, suelto un quejido mientras tomo la sona afectada.
— Cassidy. — Me llama la entrenadora. —¿Se encuentra bien?
Asiento mientras me doy la vuelta y salgo del gimnasio siendo seguida por las chicas, llegamos a los vestidores al igual que las demás.
Me quito la camisa de uniforme de porrista quedando solo con el top y la falda, miro mi hombro viendo que empezaba a tomar un tono morado.
Tomo mi suéter y me lo coloco, Jade se acerca a mi con una mueca al ver mi hombro.
— Eso se ve mal. — Alzo una ceja. — Necesitará hielo. — Señala mi hombro.
Ruedo los ojos y miro hacia donde estaba Maddison, quien pláticaba animadamente con Joy del otro lado del vestidor.
Hielo, eso es, hay Jade te amo.
—¡Oye, Feto uno! — Maddison me mira con cierto temor, pero lo oculta con una mirada de superioridad. — ¿No has escuchado del ritual de la punta?
Todos me miran divertidos al ver que me acerco a ella.
— N...No. — Niega.
— Me sorprende, siendo la líder creí que lo habías hecho. — Me cruzo de brazos. — Todas las puntas tienen que meterse a una tina llena de hielos, ¿Verdad, chicas?
—¡Si!— contestaron al mismo tiempo.
— Entonces, Maddison. — Sonrio. —¿Te atreves?
Cuando Maddison iba a contestar Joy habla haciendo que la mire.
— Ella no lo hará,Kelly. — Me mira fijamente. — Jamas he escuchado de ese ritual.
— Cariño, estoy hablando con el feto número uno, no con el feto número dos. — Miro a Maddison. —¿Lo harás?
—Ella... —
— Lo haré. — Responde enseguida, sonrio. — Pero no sola.
— No te preocupes, lo haré contigo. — Sonrio mientras me doy la vuelta y regreso a mi casillero.
Me quito la falda quedando solo en licra y la guardo, miro a las chicas y vamos hacia donde estaban las tinas llenas. Dos chicas llenan unas cubeta con hielo y las hechan, veo que Maddison y Joy se acercaban poniéndose del otro lado de la tina.
— ¿Tienes miedo, Maddi? — Pregunte al ver que no dejaba de jugar con sus manos. — Porque si es así,no lo hacemos.
Ella parece meditarlo.
— Jade. — La llamo. —¿Tu que piensas?
— Maddi, es lo mejor para ti. — Sonreimos. —¿No eres fuerte?
—Lo soy. — Contesta. — Lo haré.
— Maddison, puedes morir de hipotermia. — Interviene Joy.
Maddi la mira y sonrie dándole tranquilidad.
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— Tranquila, estaré bien. — Asiente.
Me quito el suéter y se lo entrego a Jade, las dos nos metemos al mismo tiempo a las tinas llenas de Hielo. Hago una mueca mientras me voy sentándo quedando todo mi cuerpo cubierto de hielo, veo que los labios de Maddison comienzan a tomar un tono morado.
No voy a mentir, todo mi cuerpo está entumesido. Siento como mi piel comienza a quemarse, pero no me dejaré ganar por alguien tan pequeña como ella.
— S...soy...fue..fuerte. — Miro a la chica a mi lado que estaba pálida, Tartamudeaba y mantenía sus ojos cerrados.
— Puedes salir. — Hablo con los dientes apretados. — Esas son las reglas, si no puedes más rindete.
— Llamaré a los chicos. — Escucho la voz de Joy y sus pasos alejarse.
— Si se muere,pido su bolso. — Habla una chica del equipo.
Veo como Maddison comienza a undirse poco a poco mientras murmuraba algo, la puerta de los baños es abierta bruscamente dejando ver a Jacob y detrás suyo Marco.
— Esto se acaba, ahora. — Ordena el mayor de los Elordi mientras saca a una Maddison inconsciente de la tina junto a Marco. — Maddi, despierta. — Bofetea levemente su rostro.
Miro a Jade y a Bianca que sonreían.
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Me levanto y salgo de la tina, Jade me entrega mi suéter. Me acerco a los dos chicos que intentaban despertar a la castaña.
— Ten. — Le extiendo mi suéter a Jacob, este me mira furioso pero lo toma. — Lo necesita más que yo.
