CASUALIDADES

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"Mierda". Eso fue lo que pensó el murciano mientras se maldecía a él y a su mal humor por dentro. Su egoismo le había cegado durante todo lo que llevaba de mañana y solo habia pensado en sus problemas y no en los de los demás.

- Sam, creo que deberías contarle lo de tu problema. No es justo para ti que él te trate así si no sabe el porque- intentaba convencer a la rubia Anaju.

- Ya, pero esque odio que me tengan lástima. Porque aunque solo oiga un 40% de audición puedo hacer lo mismo que todos- se explicó Samantha dejando a un Flavio un tanto descolocado.

- Que...?- se le escapó a Flavio haciendo así que las dos chicas se dieran cuenta de su presencia.

- Pues ya no va a hacer falta... Me vuelvo a mi puesto, buena suerte- la recepcionista aprovechó ese momento para escaparse y dejarles tener una charla privada.

- No sabia que estaba ahí- Samantha estaba incómoda por la situación.

- Samantha, yo... De verdad que lo siento, llevo toda la mañana de malhumor por un problema de mi vida personal y he sido un gilipollas egoista, he pensado solo en mis problemas y no en los de los demás. 

- Ya, eso es cierto- se tapó la boca corriendo al darse cuenta de que lo había dicho en voz alta.

- Tranquila, no pasa nada- le apartó la mano Flavio- siento mucho lo de tu rpoblema de audición, pero te juro que no te voy a mirar con pena.

- Me alegra oir eso, y, le perdono, no se preocupe.

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Samantha estaba aliviada por haberse sacado ese problema de encima y poder seguir trabajando sin tanta presión. El resto del día transcurrió sin ningún problema ni malentendido más, y cuando Sam terminó su jornada laboral volvió a su apartamento, donde ya se encontraba ahí su compañera después de un largo día de trabajo.

- Hola titi!- la recivió esta.

- Hola Mai!! Que día más largo- se quejó siendo tan dramática como siempre.

- Me encanta lo dramática que eres- le respondió entre risas- pero como mi día también ha sido largo he quedado con mi grupo de amigos para cenar y tomar algo por ahí, y les he dicho que tu también venias.

- Que? Porque no me has preguntado antes?- protestó ella aunque estaba encantada.

- Porque quiero que vengas y les conozcas de una vez que son majísimos todos. Aparte hoy también vienen tres personas más amigas de nose quién.

- Vaaale, pero a que hora salimos?

- En poco menos de una hora así que date prisa- y Samantha salió corriendo a ducharse para estar lista a la hora y intentar ser puntual por una vez en su vida.

Diez minutos después de lo acordado Samantha apareció en la recepción del apartamento donde su amiga la esperaba ya cansada de estar gritándole que se diera prisa que llegarian tarde y que encima no hubiese servido de nada ya que ya llegaban un cuarto de hora tarde.

- Ya te vale, ahora seremos las últimas- la riñó.

- Tranquila Mai, que lo bueno se hace esperar- dijo Samantha con su habitual naturalidad haciendo que Maialen se olvidase de su enfado y estallara en carcajadas.

- La verdad esque estás espectacular- le dijo Mai.

- Tu también Mai.

Samantha se había vestido con un vestido negro ajustado que le llegaba por encima de las rodillas y llevaba el pelo ligeramente ondulado acompañado de un maquillaje que hacia resaltar su evidente belleza, y esque aunque sin maquillaje ya estaba guapisima, le quedaba genial. Por otra parte Maialen llevaba unos pantalones verdes anchos con un top un poco corto y ajustado. Llevaba el pelo liso y suelto y un maquillaje precioso. 

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⏰ Última actualización: Aug 18, 2020 ⏰

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