One shot Dramione inspirado en un Fan Art de Sandra Santamarina Pérez (Sandraesepe).
Draco se descubre teniendo sentimientos amorosos hacia Hermione. ¿Logrará conquistarla o deberá seguir guardando las apariencias y fingir que la odia?
Disclaimer: todos los personajes, escenarios y hechizos pertenecen a J.K. Rowling. Gracias a ella por crear este maravilloso mundo que tanto nos apasiona.
Fingir que se llevaban como perros y gatos se volvía cada día más difícil.
La tensión sexual que se producía cuando él y Hermione Granger estaban cerca era tan evidente que aún le parecía increíble que sus mejores amigos, Harry Potter y Ronald Weasley, y quienes se suponía, la conocían mejor que nadie, no se hubieran percatado de algún cambio en su forma de actuar o su rutina. O eran demasiado despistados, o era muy fácil engañarlos ya que no habían sospechado que cada vez que ella fingía dirigirse a la biblioteca, en realidad se iba a encontrar con él. Aun así, agradecía a Merlín que, debido a esas mentiras, solía pasar los mejores momentos al lado de su ¿novia? No lo tenía claro, aún no habían discutido ese tema. En todo caso, lo mismo le había ocurrido a él con su círculo de amistades. Por lo general, él había sido algo solitario y engañar a Gregory Goyle para que lo dejara en paz por unas horas, era pan comido; con los demás no era necesario dar muchas explicaciones.
Y es que ellos tenían algo muy claro: ninguno de sus amigos aceptaría su relación. Era muy irónico el giro drástico que habían dado sus vidas. Se habían odiado durante muchos años. Comunicarles que, ahora que habían vuelto a Hogwarts para cursar el séptimo año, estaban juntos, no resultaba fácil y mucho menos creíble.
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Es por eso que habían resuelto que cuando se encontraran, debían comportarse como antaño para no levantar sospechas. Si se cruzaban en algún pasillo e iban con sus amigos, Draco murmuraba algunos insultos que Hermione respondía con miradas filosas; en las clases que compartían, cada vez que ella levantaba la mano él se reía por lo bajo y se burlaba de sus respuestas. También se acostumbraban tratar mal cuando sus respectivas casas se enfrentaban en el campeonato de Quidditch y realizaban burlas acerca del equipo perdedor. Y la verdad, al principio les había sido fácil seguir tratándose mal, pero conforme pasaban las semanas, las ofensas ya no sonaban tan convincentes: él ya no era capaz de soltar el insulto "sangre sucia" con el odio necesario para ofenderla y hacer enojar a sus amigos, y Hermione no podía ya dirigirse a él como Malfoy. Sin embargo, lo más complicado era ignorarse el uno al otro cuando se encontraban en el mismo salón: era imposible no recordar sus hermosos momentos juntos. Lo habían comentado... al estar cerca, sus almas se reconocían y no querían alejarse.
