BNHA: Izuku, El Heredero del Rey Mono

El Entrenamiento

Izuku's P.O.V

Luego de varias horas buscando por la ciudad, mamá y yo encontramos una escuela que se especializaba en combate y disciplina.

No me emocionaba mucho lo segundo, pero supongo que podría ser divertido, no nos tomo mucho hacer la inscripción, solo  debía tener algunos datos del alumno y pagar un monto de 3000¥ al mes.

Una vez terminada la inscripción, le pidieron a mamá que me trajera al día siguiente para iniciar con el curso de principiantes, y en un mes podría unirme con el resto de la clase, tal ves incluso antes si aprendía rápido.

-¿Bien, como te sientes Izu-kun?- pregunto mamá mientras volvíamos a casa.

-Me siento bien, pero a la vez me siento nervioso- dije sinceramente.

-¿Ara?¿Y eso a que se debe Izu-kun?- pregunto ella, yo simplemente agache la mirada.

-¿Que tal si los demás niños se burlan de mi por no tener kosei?¿O si lo que dijo el doctor estaba mal?¿O que tal si no soy tan bueno como los demás?¿O si no logro hacerme fuerte?¿O...- no pude terminar de preguntar antes de que mamá me interrumpiera.

-Ya, ya Izu-kun, no debes preocuparte por esas cosas, de seguro serás tan bueno como los demás niños, y se ellos se burlan de ti, solo dile a los profesores, y si los profesores no hacen nada, mamá puede enseñarte a hacer la hurracarrana- dijo con una sonrisa amable que no combinaba para nada con el aura amenazante que emanaba al decir esas ultimas palabras.

Aun recuerdo la ultimas vez que mamá uso la hurracarrana en un hombre que se atrevió a intentar propasarse con ella, me duele solo recordar la imagen del sujeto incrustado en el suelo, ni siquiera los héroes se atrevieron a reclamarle por atacar a un civil, desde ese día siento un gran respeto y admiración, pero sobre todo un gran miedo hacia mi madre.

-N-no creo que l-lo ultimo haga falta, de seguro estaré bien- dije nervioso, mamá es peligrosa, muy peligrosa cuando se enfada.

-Esta bien, pero recuerda que mamá siempre estará para apoyarte cuando lo necesites- dijo abrazándome.

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Ya habían pasado dos semanas desde que izuku había comenzado a entrenar en la escuela de artes marciales y disciplina del maestro Wan, hasta ahora solo había aprendido varios métodos de estiramientos y ejercicios para refuerzo físico en brazos, piernas, torso, y espalda, además de posturas y algunos modales a la hora de dirigirse a sus mayores, aunque eso ultimo fue de mala gana.

Izuku iba a entrenar todos los días después de la escuela, ya que no podía quedarse atrás de los demás alumnos que habían iniciado antes que el. además de que por ser mukosei, debía esforzarse el doble, incluso el triple para estar a la par con sus compañeros.

-Estoy muy cansado, quiero comer, tengo sueño, quiero dormir, pero tengo hambre, pero estoy cansado, pero debo comer...- mientras Izuku tenia su crisis existencial, no noto como un pequeño rubio cenizo se acercaba a el.

Por la mirada en sus ojos, y la sonrisa llena de malicia en su rostro, era obvio que sus intenciones no eran buenas.

-¡OYE DEKU!- grito el pequeño rubio que parecía tener la edad de Izuku.

Izuku de mala gana salió de sus pensamientos para dar un suspiro y voltear a ver al otro niño.

-¿Ahora que quieres Katsuki?- dijo sin ganas el peliverde, ese maldito rubio lo ponía de malas.