MI GUARDIANA (JACK FROST)

CAPITULO DOS - ALGO LINDO

Después de ayudar a Hada anduve paseando por ahí llevando la nieve a todos lados y divirtiéndome hasta que llegué al lugar en donde la vi, tenía planes de hacer que nevara por todo el lugar pero no lo hice.

-¡Deja de pensar en ella!-

Grité.

Pero no funcionó porque subí al balcón y la vi atreves de la puerta de cristal, durmiendo ya que apenas estaba amaneciendo, abrí la puerta y entré silenciosamente.

Con cuidado acaricie su mejilla pero despertó y rápidamente me escondí.

-Hace mucho frío…-

Dijo tocando su mejilla. Salí rápidamente de ahí y de nuevo fui con Norte.

-¿Fuiste a verla?-

-Accidentalmente terminé ahí.-

-Si como no y yo soy un Yeti.-

-En serio te estoy diciendo la verdad, iba a hacer que nevara ahí pero no pude porque subí a su balcón, entré y me quedé viendo como dormía hasta que se me ocurrió acariciar su mejilla, ella despertó gracias al frío y me escondí… De nuevo, además noche la soñé.-

-¿Y por qué no le hablas?-

-Por miedo.-

Dije apenado.

-¿El gran Jack Frost tiene miedo? ¡Si él no le teme a nada! ¿Y le teme a una chica?-

Dijo burlándose. Me enfadé.

-No se para que te cuento todo esto…-

Iba a salir de ahí.

-¡Hey espera! Era solo una broma dime ¿Por qué le tienes miedo?-

-No le tengo miedo a ella si no porque no sé qué decirle…-

-Sabes que no puedes tener miedo porque con eso alimentarias Pitch, pero te ayudaré un poco.-

-¿Cómo?-

-Anoche te dije que hicieras algo lindo por ella… Y también puedes hablarle.-

-¡Tengo una idea!-

Salí de ahí y esperé a que llegara la noche, para ir a verla. Ya estaba dormía así que eso facilitaría mi trabajo.

Llené todo el balcón con nieve e hice un ramo de rosas con hielo, me quedé ahí hasta que amaneciera. Me quedé dormido hasta que el sonido de la puerta en la mañana me despertó.

Ella salió al balcón y al ver todo lleno de nieve se alegró, jugaba y reía, luego vio el ramo.

-¿Quién hizo esto?-

Me puse detrás de ella.

-Yo…-

Ella se dio la vuelta asustada.

-Jack Frost…-

Diciendo eso se desmayó pero logre tomarla antes de que cayera. La cargué y la llevé a su cama. Hice un mensaje en el suelo diciéndole que volvería por la noche. Y como le dije volví y ella estaba en el balcón.

-¿En serio existes? Si existes ¿Porqué no vienes?-

-Aquí estoy…-

Se dio la vuelta.

-¡Si existes! Siempre he creído en ti… ¿Puedo?-

-Hazlo.-

Tocó mi rostro e inmediatamente apartó la mano.

-Estas helado…-

-Así debe ser… Por eso tenías la mejilla helada en la mañana…-

-Eras tú… ¿Por qué hiciste todo esto?-