MI GUARDIANA (JACK FROST)

CAPITULO CUATRO - NO PODEMOS ENAMORARNOS DE UN HUMANO

-Jack no podemos enamorarnos de un humano…-

Dijo Hada mirándome tristemente.

-¿Por qué?-

-Porque nosotros somos seres diferentes a ellos, nosotros somos su alegría, somos guardianes…-

Pensé que tenía razón y en ese momento comencé a luchar por sacarme a esa chica de la cabeza. Pasaron dos meses y yo seguía luchando para sacarla de mis pensamientos, para evitar pasar por su balcón. Pero finalmente me resultó imposible. Como el primer día me escondí mientras ella le hablaba a la luna.

-Tal vez todo eso fue un sueño, pero fue un sueño muy bonito… Nadie había hecho algo tan lindo por mí… El hizo que las mariposas aparecieran en mi estomago y bailaran al compás de una melodía que no puedo describir… Ahora siento que cada vez que el viento pasa cerca de mi es el, cada noche vengo aquí para esperarlo pero no llega… Mi querida luna ¿Fue solo un sueño?-

-No lo fue…-

Dije poniéndome detrás de ella.

-¡Jack!-

Se dio la vuelta y me abrazó, pensé que al sentir el frío se alejaría pero no lo hizo, parecía que ya no le importaba.

Se separó de mí.

-¿Oíste todo lo que dije?-

Se sonrojó.

-Tú también me gustas.-

Me sonrió.

-Nunca me dijiste su nombre…-

-Thalía.-

De nuevo nos quedamo0s hablando hasta el amanecer pero esta vez mi sonrisa era aún mayor porque ya sabía su nombre, porque ahora sabía que el nombre más hermoso del mudo es Thalía. Fui donde Norte pero no le conté que de nuevo había ido a verla ya que sabía que me iba a regañar y diría que no me puedo enamorar de un humano.