𝗖𝗔𝗣𝗜́𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗢𝗡𝗖𝗘

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Hoy sería el día

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Hoy sería el día...

Hoy será el día en el que le pediría a Pamela una cita conmigo

Mentiría si dijera que no estoy nervioso hasta morir

De verdad, esa chica se ha ganado mi corazón desde que la conocí por el videojuego

Desde ese día, supe que no seríamos simplemente amigos

Por que ella me mira de una forma tan espectacular, que me hace sentir especial

Y yo la miro a ella de la mejor forma que puedo, para que ella se dé cuenta del amor que le tengo

Y no sé, pero a veces me suelo percatar de que ella me mira igual que yo a ella

Eso realmente me pone feliz, ella me pone feliz

Agh..

¿En qué momento me convertí en un cursi?

En fin, ya estoy bien arreglado, creo que voy decente, a comparación con otras veces, sé que voy bien

Llevo puesto unos pantalones de mezclilla con una camiseta blanca que tiene unas palabras escritas, y obviamente no pueden faltar mis collares o cadenas, como quieras decirles

Le dije a Pamela que si le gustaría salir, y una vez ahí, le diría mis sentimientos, y veremos que pasa.

Me subí al coche, que por cierto ya he comprado uno, y fui a la casa de Pamela, tomé el camino más corto, según yo, y digo según, por que de todas maneras llegué unos minutos tarde, y sé que ella es muy perfeccionista con el tiempo y con todo eso, espero y me entienda y no se enoje

Toqué la puerta, una... dos... toqué de nuevo la puerta pero en vez de escuchar mis dedos sobre la madera, logré escuchar un "auch", rápidamente regresé mi vista a la puerta, y ahí estaba ella, tan linda como siempre

Llevaba puesto una blusa blanca de tirantes anchos que dejaba ver un poco de su abdomen, unos pantalones de mezclilla similares a los míos y una coleta alta, además de una pequeña bolsa en si lado izquierdo

La miré por unos segundos, pero me di cuenta de que había tocado su frente en lugar de la puerta, y ella estaba tocándose la frente con una mueca de dolor

—L-lo siento — me disculpe— No m-me di cuenta de que estabas ahí y... — me sonroje al ver que ella se reía de la situación

—No te preocupes, pero que fuerza tienes eh Vinnie — dijo para tocar mi brazo y apachurrarlo, la mire pícara y ella se sonrojó de inmediato

—¿Nos vamos? — dije riéndome bajito

—S-si claro — titubeo nerviosa

Luego fuimos directo  al carro, que ella al verlo se sorprendió y me miró felizmente

𝗚𝗔𝗠𝗘𝗦 ➤ 𝗩𝗜𝗡𝗡𝗜𝗘 𝗛𝗔𝗖𝗞𝗘𝗥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora