Los bandidos del tren

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¿Quién lo diría? ¿Como fue que de un viaje en tren pasamos a una batalla campal? Ah, perdón, creo que divagué. Vamos con lo serio.

Callie se encontraba en un tren de camino a una concurso, iban a escojer al mejor comandante de la región y la habían nominado hace algunos meses. Se preparó lo suficiente para demostrarle al mundo que ella aún tenía poder y para enseñarle algo a esos jóvenes.

Se encontraba resguardada por algunos de sus soldados: Peck, Toby y Dottie. Todos fuertemente armados en caso de que se desate una masacre en el tren, sobre todo Dottie, ¿Por qué será?

- Me alegro que me haya nominado a este premio, gobernador. -le decía Callie al Gobernador Marmota, un alto mando de la región oeste del Imperio. - Es un gran honor.

- Era lo menos que podía hacer por usted, después de todo, ha salvado este mundo durante seis largos años, fue una recomendación del Rey.

Fue cuando Dottie interrumpió la conversación para hablar con Callie:

- Sabe que jefa, no me siento segura. - le dijo la heroína.

- Dot, ¿Por una sola vez puedes dejar de preocuparte por mí? Yo se cuidarme sola, y no quiero causarte un trauma mayor.

Fue entonces que una maleta empezó a moverse y a hablar, Dottie tomó la maleta con cuidado, la sacudió y fue cuando esta se puso a hacer ruidos extraños. Peck se acercó y le preguntó:

- Oye Dot, ¿Que hay ahí dentro?

- ¡Aléjate! ¡Puede ser una bomba!

Dottie la puso en el piso, la abrió y encontró lo inesperado: Una mona de pelo morado. Estaba apilada con la ropa de Callie y muy mareada.

- Espera un segundo Dot.- le dijo Callie.- Esa no es una mona convencional, es solo Shantae.

- ¿Sh.. Shantae? ¿Y qué hace metida en su maleta?

A lo que la genio se levantó, anuló su magia y solo alcanzó a decir:

- Quería unas vacaciones.

La dejaron quedarse, pero Peck tampoco se sentía segura de tener a alguien más en el tren y le sonaba sospechoso.

- ¿Saben qué? Voy por algo de comer. - esta era Callie.- ¿Les traigo algo?

- Yo quiero algo de leche - le responde Peck.

- Yo voy con usted. - esa era Dottie, que aún se encontraba insegura.

- A mí traigame cualquier cosa, no soy quisquillosa.- decía Shantae en un tono algo burlón.

Callie y Dottie se fueron al vagón de los refrigerios por algo de comer, la gata se pidió un vaso de leche, y Dottie se pidió un sandwich:

- C: Sabes qué Dot, deberías dejar de complicarte, te asustas para nada.

- D: Es que jefa, si solo supiera....

- C: Anda Dottie, cuéntale a tu jefa, sabes que siempre puedes confiar en mi.

- D: Verá: Hace algunos años perdí a mis padres, y no paro de culparme por eso, no puedo creer que por mi culpa mi familia murió, pues esos malditos me querían a mi. Y no quiero que lo que pasó con mis padres le pase a usted, por eso soy como soy.

- Dottie, eso fue hace cinco años, pensé que ya lo habías superado. Perdón por no entenderte antes.

Mientras ellas hablaban un grupo de lobos estaban tomando whiskey en la otra mesa, se veían sospechosos y traían armas, solo que estas estaban ocultas en sus cinturones. Al terminar sus tragos se fueron al vagón de pasajeros manteniendo un bajo perfil. Y cuando entraron sacaron las pistolas y sonó un disparo.

Sheriff Callie: RemasterizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora