Nunca creí que encontraría el amor y que cuando lo encontraría lo perdí, por insegura, por las mentiras, por miedo a lo que dirían, por el terror a los cambios.
Le conocí por casualidad hace 2 años, cuando empecé a trabajar en el Ministerio de Magia. El era y es alguien de gran prestigio, es adorado por muchos y odiado por otros pero sin duda alguna, el mejor en su trabajo.
El día que le conocí era uno como cualquier otro, iba hacia el ascensor de camino a una reunión, para poder atrapar a los mortífagos que quedaban sueltos, que aunque eran pocos aun así seguían causando varios problemas en el mundo muggle. Yo entraba como la nueva ministra y el cómo jefe de los aurores. Nos presentaron según entramos a la habitación donde se haría la reunión. Yo ya le conocía por todo lo que se decía en el mundo mágico sobre él pero dudaba que él me conociera a mi. Yo era una persona que pasaba desapercibida en cualquier lugar al que fuera, en el colegio, en el trabajo, en el barrio en el que vivía, incluso para la familia de mi novio pasaba desapercibida.
Estuvimos hablando toda la reunión sobre tácticas y planeando ataques. Al final, se decidió que habría que dividir a los aurores en varios grupos para que cubrieran más terreno.
Después de 3 horas de interminables charlas, él me invitó a un café con la excusa de que había que aclarar unos temas de los ataques. Ese día pasamos horas en una cafetería que a partir de ese momento se convertiría en nuestro punto de encuentro y lugar favorito.
Volví a casa horas después y se encontraba vacía, tampoco es que me sorprendiera demasiado ya que mi novio pasaba bastante tiempo en su trabajo.
Unas semanas después de habernos conocido volvimos a nuestra cafetería, cuando acabamos de trabajar para ponernos al día de todas las novedades. Cualquiera que nos viera pensaría que de dos viejos amigos se trataba.
Cada jueves, después del trabajo íbamos juntos, quedamos allí directamente o uno buscaba a el otro para ir juntos hacia la cafetería.
Nunca le hable acerca de mi novio, no porque no confiará en él sino porque no me apetecía pensar en él aunque suene mal decirlo.
Meses después, un día cualquiera decidimos pasar de quedarnos en la cafetería y fuimos a dar un paseo por la ciudad y me llevo a lugares increíbles que nunca había visto. Ese día fue uno de los mejores y más bonitos de mi vida.
Siete meses después de habernos conocido, me beso bajo las estrella montados en el London Eye. Si lo se, suena muy chicle pero para mi fue perfecto y si, tengo novio pero en ningún momento pensé en él.
A partir de ese día nos besabamos siempre que podíamos y donde podíamos. Seguimos quedando los jueves pero también los martes.
Un mes después de ese día me pidió ser su novia y aunque me moría de ganas de decirle que si, sentía un miedo enorme a perder no sólo a mi novio sino también a mis amigos que había conocido a través de él por lo cual si nos separabamos me quedaría sola.
Ese fue mi primer error, mentirle.
Así que decidimos quedar como amigos con derecho.
Cuatro meses después, lo que concluía con un año desde que nos conocimos. Me llevo a cenar a un restaurantes con unas vistas increíbles a todo Londres, dimos un paseo, comimos helado e hicimos turismo por la ciudad aunque le conociéramos cómo la palma de nuestra mano. Esa misma noche me llevó a conocer su casa en el Número 12 de Grimmauld Place. Allí hicimos el amor por primera vez, su cama. Luego en el salón, le siguió la cocina y más tarde el baño.
Ese fue mi segundo error, dejar que ambos nos enamoráramos sobre los cimientos de mentiras.
Al día siguiente le dije a mi novio que me había quedado hasta tarde en el trabajo y que me fui a casa de una compañera a dormir, se lo creyó aunque tampoco tenía motivos para no hacerlo, nunca le había mentido hasta ahora.
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One Shots (Harmione)
RomanceHistorias sacadas de mi imaginación sobre Harry Potter y Hermione Granger. Los personajes que saldrán en los relatos no me pertenecen sino que le pertenecen a J.K Rowling