El paraíso de la Reina

Capítulo 3: "Es parte de la rutina"

Clark Sayer Pov:

Salgo del baño con tan solo pantalones de pijama mientras me dirijo a donde Cristian dijo que dormiría.

Me siento en la cama, mientras con la toalla tallo mi pelo para intentar secarlo un poco.

Escucho todavía la música afuera, pero solo están algunas parejas y no me apetece salir a estar solo.

Escucho como tocan la puerta levemente, volteo en dirección de esta, y lo que veo me deja sin respiración por una milésima de segundo.

Cheryl estaba de pie al lado de la puerta, con tan solo una camiseta larga cubriendo muy poco de sus muslos.

Me sonrió de manera coqueta- Hola, guapo- dijo divertida.

- Hola, linda- le conteste- ¿Qué te trae por aquí?

Miro el suelo y se mordió el labio inferior.

- Quería pedirte disculpas si mi hermano te intimido- dijo sin levantar la cabeza, como si estuviera apenada- Es muy sobreprotector- levanto la mirada, se veía sincera.

- No te preocupes, no es tu culpa- le dije- Yo también soy así con una chica que significa mucho para mí- recordé a Paris, sonreí- Los hermanos mayores hacemos lo que sea por cuidar a los menores.

Ella me dio una sonrisa dulce.

- ¿Te gusta la habitación que te dieron?- pregunto mirando la habitación, yo la imite.

- Pues me parece muy linda, además es una cabaña muy grande.

- Si, muy grande- se abrazó a sí misma, se apoyó contra el marco de la puerta y me miro a los ojos- Tan grande que me causa un poco de miedo el dormir sola- dijo de manera inocente.

Se a lo que quiere jugar, y eso me encanta.

Me paro de la cama y me acerco a ella; estamos muy juntos y ella levanta su cabeza para poderme mirar.

- Si tu deseas lo podemos arreglar- le dije con un tono de voz ronco.

- Deseo arreglarlo- dijo asintiendo con su cabeza, yo me agache para besarla pero me detuvo con tu mano- Pero preferiría que fuera en mi habitación- dijo de manera seductora mientras rosaba sus labios con los míos.

- Como tú desees- le dije y ella tomo mi mano para guiarme hasta su habitación; que para mi sorpresa quedo algo lejos de la mía.

Cuando llegamos ella cerró la puerta con seguro, vi bien qué tipo de seguro era, necesitaba saber cómo saldría después de terminar con nuestro juego.

Ella volteo a mirarme, se acercó hasta tener nuestros cuerpos completamente pegados; se pone de puntillas para llevar sus manos a mi cuello, es muy pequeña a comparación mía.

Llevo mis manos a su cintura y me inclino para poderla besar, besa bien a decir verdad.

Nos separamos por falta de aire y nos miramos a los ojos- No hagas mucho ruido, mis hermanos están del otro lado de la pared- me dijo en susurros y yo sonreí de manera coqueta.

- Creo que eres tú la que debe intentar no hacer ruido- me abalance sobre ella y la lleve hasta la cama mientras nos besábamos.

(...)

Despierto al sentir como todo se mueve, abro mis ojos y no estoy en mi cuarto.

Y entonces lo recuerdo, no estoy en mi departamento con Paris; estoy en un pueblo de mierda al otro lado del país; a kilómetros del lugar donde nací.

Volteo a mirar al lado de la cama en la que estoy, y veo la espalda desnuda de una chica, cabello castaño. La chica de ojos lindos; ni siquiera recuerdo bien su nombre, pero por ahora lo único que sé es que debo salir de aquí rápido.