┊０１┊Todo comenzó en esa noche. Cuando una niña nacida bajo un Clan extinto fue secuestrada para volver a su verdadero hogar una vez que ella alcanzó la edad suficiente para soportar el viaje.
Su edad se alteró al igual que su mente. Cayendo en la in...
(P. D: Créditos de la multimedia de arriba a @Meigumin, es muy buena realizando y editando vídeos, mil gracias a ella por hacerlo UwU)
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— Nazareth.
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— Nazareth.
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— ¡Nazareth, despierta!
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—¿Huh?.... —
Poco a poco fui abriendo los ojos con cierto desconcierto y una vez que había escuchado aquella voz susurrante que repetía mi nombre una y otra vez, actuando como una alarma matutina.
Y debido al cansancio que sentía, no me enfoqué mucho en mis alrededores. Por lo que decidí ignorar aquella voz susurrante para reacomodarme sobre mi cama y bajo mis cobijas que cubrían casi todo mi cuerpo, brindándome calor en el proceso.
— Agh~ — Bostecé. — Dile a mi mamá que.... En un momento le hago el desayuno. — Balbuceé con cansancio y desmotivación mientras me acomodaba nuevamente sobre mi cama, volviendo a cerrar poco a poco mis ojos para así volver a dormir unos minutos más. — S-sólo que... Ella no me golpeé por favor. — Musite aquello último con temor, y escondiéndome con mayor razón bajo las cobijas.
" Y aunque reciba un gran castigo y unos cuantos golpes por parte de mis padres por no levantarme temprano para lo que me ordenaron..."
" Desearía descansar unos cuantos minutos más antes de hacer los quehaceres de la casa."
— Pero, Nazareth...
Sin embargo, un olor a humedad y a naturaleza que mis fosas nasales lograron percibir, además de percatarme del color de la pared frente a mi y la cual era desconocido para mi, causaron que mi cansancio y mi sueño se disiparan casi al instante luego de darme cuenta de ello.
— ¿Eh? — Una vez más, comencé a abrir los ojos poco a poco al sentir la superficie de la cama en la que me encontraba, siendo ésta también desconocida para mi.
Más tarde, abrí mis ojos de par en par y con la confusión y la sorpresa reflejada en mi rostro una vez que me había percatado de mi alrededor; pues el color de las paredes de ésta habitación era diferente a lo que solía ver siempre, además del peculiar olor a humedad y a naturaleza que producía una tranquilidad y paz que nunca antes había sentido.
