Cap. 5

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-¡Zewun-jun!

Los intentos desesperados por sostener a Lan Xichen fueron inútiles, se había hundido en medio de la nada.

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Su respiración era pesada y lo único que podía visualizar era una luz roja abrasadora, su cuerpo parecía ser tan ligero como una flor.

Una suave mano acarició su mejilla, no podía reconocer de quién era pero su tacto parecia familiar, tan cálido y nostálgico, era el simple roce de su mano.

-Me alegra que hayas aceptado mi pasado, que me ames aún después de lo que sucedió, fuiste la única persona que me brindó su apoyo, sinceridad y confianza que siempre desee - la imagen se aclaraba cada vez más pero Lan Xichen ya habia identificado al dueño de esa tierna voz - Para mí tu siempre seras esa hermosa joya que no podre conservar por ser indigno de su belleza.

Meng Yao era dueño de una  sonrisa amarga y una imagen desaliñada, era la representación de la miseria y sufrimiento.

-A-Yao... - su voz se quebró antes de continuar.

-Aunque me lastimara sonreias, si me insultaban me defendias, cuando peleaba te interponias, siempre protegiendome, siempre irradiando luz cuando mi camino se volvia oscuro, nunca antes dudaste de mi, estabas tan cerca y tan lejos de mi alcance, podía estirar mi mano para tratar de alcanzarte pero si lo hacia tus ropas serian manchadas con la sangre de mis manos - Algunas lágrimas rodaron por las mejillas de Meng Yao - No podía permitir que las muertes de esas personas mancharan a un ser tan puro como tú.

Meng Yao llevo sus manos a su rostro, mientras escondía su dolor.

-Todos ellos tenian que morir para que yo pudiera continuar a tu lado, cada uno de ellos era un obstáculo en mi vida - Lan Xichen tomo a Meng Yao en sus brazos, sujetandolo con fuerza.

- A-Yao lamento no haberme dado cuenta de lo mucho que sufrias - Era el momento adecuado para dejar salir todo aquello que quería decir, pero las palabras no salieron.

La calidez se convirtió en un vacío inmenso, el ambiente se torno frío y la neblina debilitó la suave luz.

-Si tanto me amas deberías de venir conmigo.

Sintió un fuerte dolor en la espalda, una filosa espada habia atravesado el pecho de Lan Xichen. Una risa escalofriante rezono en su oído.

-Tu amor es tan patético y forzado, nada en ti es real, no eres más que un cascarón vacío- Lan Xichen tosio sangre - siempre manteniendo la calma, haciendo lo que los demás esperan de ti, siendo el héroe y la figura impecable de los demás, pero siempre eres olvidado, a nadie le importo en absoluto cuando te encerraste por meses incluso si mueres ahora serias reemplazado fácilmente, Lan Xichen nunca has sido importante en esta historia.

La brillante espada salió del cuerpo de Lan Xichen dejando rastros de sangre lo que le hizo caer al suelo.

-Tal vez en otra vida podría ser el protagonista de tu propia historia - Meng Yao llevo la espada a su cuello y de un movimiento rápido corto su garganta cayendo muy cerca de Lan Xichen.

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