Incubo ;Taehyung;BTS

cuatro

- Hoseok de verdad no tenías porque molestarte, le dije a mamá que no tenía ganas de salir- me recosté a la ventana del automóvil - Aunque.. pensándolo bien creo que me sentiré más segura estando fuera de casa- me encoji de hombros. Si quizás sea una buena idea.

El aire que corría se sentía demasiado gélido, incluso había niebla alrededor. Hoseok mantenía su vista fija en la carretera que ni por un mínimo segundo volteó a verme. Intenté prender la radio porque me sentía incómoda, hablar no podía y lo unico que se me ocurría era prender la radio; pff mala idea, cada emisora que cambiaba era un dolor de oído, todas interferidas y cuando estaba a punto de protestar el sonido de algo que está siendo arrollado me dejó con la palabra en la boca, que mierda fue eso. Mi corazón se detuvo, dirigí una mirada culposa hacia el imprudente Hoseok, pero creo más que fue de preocupación y como me lo esperaba ni se inmutó.

- Para el maldito auto y ve a ver que fue lo que acabas de atropellar - me crucé de brazos.

- Quizás fue un mapache o un zorro, es por lo que menos te deberías de preocupar, es muy común ese tipo de situaciones, en cualquier carretera los animales pueden cruzar y ser arrollados, es su fatídico final, ni modo- se encogió de hombros restando importancia.

Rodeé los ojos- Hoseok... Sobre lo que te quería decir, no me lo vas a creer pero -

Mierda.

El auto se detuvo, era un neumático ponchado y faltaban 9 kilómetros para llegar al festival.

Hoseok bajo del automóvil, en la cajuela sacó una linterna. - Iré a buscar ayuda, por ningún momento te bajes del auto, la carretera esta en total oscuras y no sé que te podría pasar - me dijo extendiendome otra linterna - No tardo, no te muevas- se retiró en medio de la nada.

Tomé mi celular para evitar cualquier tipo de ansiedad, no hay señal. Para soslayar "mi grandiosa imaginación o presentimiento de algo malo" comencé a tomar fotos de la luna aún estando dentro del automóvil, pero la calidad era mala, así que abrí la puerta solo para tomar la foto de un mejor ángulo, el aire se tornó pesado y me petrefique esperando lo peor.

No. No. No.

Su voz.

Su voz en mi cabeza de nuevo me invadió.

- Madre, reina de la noche y de la tierra, madre, reina de la noche y de la tierra, madre, reina de la noche y de la tierra, madre, reina de la noche y de la tierra - él repetía y repetía en murmullos.

No podía moverme, cerré los ojos con todo el miedo del mundo.

- ¡Quién quiera que seas déjame en paz por favor!- supliqué a gritos.

- Eres mía, te tomaré, soy el merecedor de tu alma, no hay guardián que te aleje de mí - habló con lascivia.

Lo primero que se me vino a la mente para salir de esto fue correr. Sí como en las películas de terror, vaya cliché de mierda, ¿Quién carajos corre hacia el bosque donde obviamente puede pasar lo peor y quizás ser asesinada? Exacto. Yo. Mis piernas comenzaban a temblar y mis rodillas no se asignaban a responder, con el celular en la mano fui alumbrando el camino. Una rama en la cabeza me hizo caer al piso pero aturdida logré ponerme en pie y seguir en marcha hasta que choqué con el cuerpo de alguien. Oh no seré asesinada. Estaba apunto de pegar un grito pero la persona y yo nos alumbramos y por dicha lo reconocí, me tranquilizó saber que era mi amigo Hoseok y lo abracé, él acarició mi cabello tranquilizandome.

- Justamente iba en tu búsqueda, ya iba regresando por ti- suspiró.

- ¿Encontraste ayuda?- pregunté mientras él enlazaba nuestras manos guiándome hacia un camino dentro del bosque. Que mierda.

- Algo mucho mejor- soltó una leve risa malvada e hizo que me diera escalofríos.

- Hobi me das miedo- mis flaquearon- La linterna tintinearon. Dios, que está sucediendo. La linterna se apagó y dejamos de caminar, entre la oscuridad di dos pasos atrás- Enciende la fucking linterna y deja de estar bromeando- dije sacando del bolsillo mi celular y antes de prendederlo como si fuese un reflejo Hoseok lo tiró al suelo.

- ¡Oye que te pasa! - Chillé como niña pequeña y me agaché tanteando el suelo para buscar mi celular - ¡Eres un completo estúpido!

Su pie pisó con fuerza mi mano cuando creí tomar mi celular. - Maldita eres y maldita serás - dijo con una voz diferente a la suya, sé que no él no estaba fingiendo, era una voz totalmente distorsionada. Dios.

Estoy asustada, no sé si es verdad lo que estoy viviendo.

De repente siento como si mi cuerpo ardiera y los escalofríos entran a flor de piel limitándome el habla, mi lengua estaba dormida.

- No puedo evitar tener esta terrible energía mi adorada niña, deberías de de tenerle miedo, tú sabes que tiene el control - Realmente no es él.

Gruñidos y ecos se escucharon entre los árboles y la luna se comenzaba a teñir de rojo sangre. A penas siento mi respiración.

En un mundo oscuro todo puede pasar. Tus mayores miedos pueden hacerse realidad.

Los susurros llenan el aire en la mortífera noche. Alcé la vista cuando Hoseok quitó su maldito pié de mi mano que estaba entumecida por la presión que me hizo. Unas luces se miraban a lo lejos. Qué está pasando. Con la poca fuerza que me quedaba me levante del suelo y en seguida una hogera se encendió como por arte de magia, giré a mi alrededor y en un dos por tres Hoseok había desaparecido de mi lado y estaba siendo rodeada por unas personas vestidas de blanco con una especie de velas en sus manos.

- Ni el agua bendita puede ayudarte ahora -era él, era ese maldito demonio atomertandome otra vez. Esa diabólica y ronca voz me estaba volviendo loca desquiciada, quitándome la poca paz que me quedaba en la vida.

Dos personas me tomaron a la fuerza y me obligaron a arrodillarme frente a la hogera. Sentí quebrarme en millones de pedazos cuando me desnudaron y me ataron en una cosa con forma cruz invertida.

- He llegado a arder tu reino, no hay rios ni lagos que logren apagar este fuego, este fuego que has prendido desde tu existencia, serás mía pequeña, no sabes cuánto he esperado este momento- su voz era rasposa y maquiavélica estaba cada vez penetrando mi mente.

En los sacrificios siempre está el cordero blanco a punto de ser...