El cielo era completamente oscuro pero se pintaba con motas de diferentes tamaños demasiado brillantes. Admiraba las nubes bailar tan calmadas mientras el viento cantaba. Estábamos acostados sobre una pila de telas admirando aquel espectáculo, sin ningún techo o paredes, completamente al aire libre.
- ¿Algunas vez has deseado ir a explorar aquellas ciudades y pueblos de los que tanto hemos escuchado? - me preguntó mi buen amigo, con el que había sobrevivido casi toda mi vida en aquel entonces - Montañas, bosques, grandes edificios, todo tipo de gente, buena comida, agua limpia cuando quieras podríamos dormir en una cama.
- Claro, ¿que tú no? No puedo ni imaginar el tamaño de un árbol, lleno de hojas de todos los colores, lo cómoda que es una cama.- le respondí entusiasmado.
- ¿Qué tan lejos crees que estén aquellos lugares desde aquí?
- No lo sé, pero algún día deberíamos buscar.
Aquella noche tuve problemas para dormir, estuve pensando en cómo sería la vida en un lugar que nunca había visto, del que sólo había escuchado historias.
Después de algunos años de vivir en la constante lucha que era estar en nuestras condiciones, en las que nuestro mayor tesoro era una daga con la qué poder conseguir comida y defendernos, llegó un hombre bastante extraño, era un semielfo bastante alto, pelirrojo y de ojos oscuros. Llevaba una mochila mediana, no parecía tener muchas cosas, tampoco tenía armas a la vista. Al verlo a lo lejos lo primero que hice fue hablarle a mi amigo:
- Mira, allá hay un señor, tiene vestimentas muy extrañas, nunca lo había visto. - Digo mientras señalo a aquella persona.
- Es cierto, ¿qué crees que esté buscando?
En ese momento, el hombre voltea hacía acá y se nos queda viendo unos segundos antes de empezar a caminar hacia nosotros con sus manos en sus bolsillos.
- Oye, se dirige hacia acá, despierta a los demás.- me ordena, un poco desconcertado y probablemente asustado
Empiezo a despertar a todos, de un grupo de como cinco niños. La expresión del señor no expresaba nada, así que no podíamos adivinar cuáles eran sus intenciones. Caminaba a paso normal, sin prisa, pero el no saber qué era lo que quería era lo que nos hacía sentir en peligro. Cuando todos mis compañeros se levantaron y vieron al hombre, éste se detuvo un momento y se sorprendió, instantes después sonrió y continuó. Todos nos asustamos, ¿por qué sonreiría al ver que éramos más? Sacamos nuestros cuchillos y nos pusimos a la defensiva.
Aunque iba desarmado, teníamos miedo, un hombre que nunca había visto viene directo hacia nosotros, no sabemos qué quiere, no ha hablado y viene sonriendo. Normalmente los viajeros saludan desde lejos, y ya les conocemos porque ellos nos han criado poco a poco, contado historias y enseñado a hablar común. Pero hace mucho no los veíamos. Conocemos a muchos habitantes del basurero en un gran radio al rededor de nosotros, y el no nos era conocido. Un hombre completamente nuevo se dirige hacia nosotros y no sabemos qué es lo que quiere, ¿qué habrá venido a buscar tan lejos?
Empecé a contemplar varias opciones, probablemente solo quería hablar y contar sus historias ¿pero por qué lo haría? Los viajeros que nos cuentan sus historias son gente que nació y vivió acá un tiempo, no veo por qué alguien de afuera buscaría gente en el basurero. Le dije a todos que guardaran sus armas, pero que se mantuvieran a la expectativa.
Finalmente el señor llega con nosotros. Sonriente se presenta y nos saluda:
- Buena tarde, chicos mi nombre es Terelias, vengo de...
- ¿Terelias?- Interrumpe confundido un enano del grupo.
- Sí, Terelias, ese es mi nombre. - Responde el extraño
- ¿Nombre?- Vuelve a preguntar incluso más confundido.
- ¿No sabes lo que es un nombre?- Responde extrañado.
Todos nos volteamos a ver entre nosotros, preguntándonos.
El hombre no duda en explicarnos:
- Ya veo, no saben qué es un nombre, bueno, un nombre es... por así decirlo... una palabra que se usa para identificarte. El nombre de lo que llevan amarrado en sus cinturas es "daga"...
- ¡YA SABEMOS ESO, VIEJO PUTO!- Responde el enano bastante enfadado. - ¿Acaso te burlas de nosotros? apúrate y dinos qué es un nombre.
- Tranquilo niño, es solo una explicación, todas las cosas, lugares y personas tienen un nombre, así como tu daga es una daga, todas las dagas son dagas...- se detiene, un momento, nuestro compañero lo ve con incluso más enojo.
- No nos quieras tomar el pelo.- susurra enfadado.
- ... pero lo que hace que una daga sea especial entre todas las dagas es su nombre, por ejemplo, a esta daga le llamé... - saca de su mochila una daga bastante extraña, la forma de su hoja era muy peculiar. En vista de que todos nos asustamos y nos pusimos a la defensiva, el hombre procede a tranquilizarnos
- Relájense, no pienso hacerles daño, sólo quería mostrarles mi daga. Aunque no me refiero a ella como "mi daga", sino que es conocida bajo el nombre de "Ultimo Respiro". Ahora, esto también aplica con las personas, usamos nombres para identificarnos.
En vista de que todos nos asustamos y nos pusimos a la defensiva, el hombre procede a tranquilizarnos: Relájense, no pienso hacerles daño, sólo quería mostrarles mi daga. Que no me refiero a ella como "mi daga", sino que es conocida bajo el nombre de "Ultimo Respiro". Ahora, esto también aplica con las personas, usamos nombres para identificarnos.
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Antes del lobo solitario.
FanfictionLa historia de trasfondo de Rin. Abandonado por la sociedad y ahora tiene resentimiento hacia los que gozan de todo y nunca han sufrido. Crecerá odiando a los que tienen el poder y aun así no hacen nada más que satisfacerse a sí mismos, sabiendo que...