010

14.1K 1.6K 195
                                    

Desde que Jungkook se atrevió a decir todo eso que de alguna forma yo confirmo, hablar con Jimin parece haberse complicado.
Incluso comienzo a creer que tal vez él sabe lo que pasa en mi corazón, pues su respuestas llegan a ser muy secas y con poco interés de continuar una conversación; sus ojos de nuevo son distantes a los míos y mira hacia los lados si le hablo, sus manos volvieron a tener ese nervioso tick y después de cada comida sube a su habitación para ya no salir después de tiempo. Ya no había tardes en las que quisiera ver una película o alguno de sus largos videos y documentales conmigo.

Su madre me ha preguntado si algo ha sucedido y lo único que puedo responder es que no lo sé, porque en verdad es así. La única opción que tengo para poder dejar de vivir en la incertidumbre sobre la falta de comunicación de Jimin está frente a mí, mirando su celular mientras con su mano derecha acomoda sus lentes después de tan peculiar movimiento.

Seokjin y Jimin irían hoy a comer con tal de celebrar el desempeño que el de cabellos azules ha tenido en sus estudios últimamente.

—¿Crees que tarde mucho? —Me preguntó Seokjin bloqueando la pantalla de su celular.

—Eh... —Hablé saliendo de mis pensamientos tratando de saber que fué exactamente lo que me dijo el pelinegro. —Yo creo que no ha de tardar mucho. —Respondí segundos después de asimilar la pregunta.

—¿Estás bien?

Su pregunta hizo que mi posición cambiara e intentara que mi espalda estuviera más recta: —¿No parezco estar bien? —Seokjin negó.

—O bueno, si. —Dijo de inmediato. —Me refiero a que no sé, te ves un poco... ¿Preocupada? —Sonó dudoso. —¿Tus padres están bien?

Me ha resultado un poco inquietante el saber que Seokjin apesar de ser tan atento, educado y claro, también guapo, sigue soltero. Si no fuera muchos años mayor que yo seguramente quien estaría en mi mente sería él y no su primo.
Después de asentir a la última pregunta de Seokjin, él con una mueca siguió mirándome, como si quisiera saber que o quién me tiene con el semblante preocupado. Me levanté de la silla en la que estaba y busqué llenar de nuevo el vaso de vidrio que tengo en las manos con un poco de jugo de manzana, el cual jamás me había gustado tanto como hoy. Tal vez, es porque según Jimin el jugo de manzana le ayuda a pensar.

Ni siquiera sé si quiero decirle a Seokjin lo que pasa; si lo hago, ¿Podría darme algún consejo útil sobre que puedo hacer?

—Creo que...

—Ya estoy listo, Seokjin. —La presencia de Jimin interrumpió mis palabras.

—¿Crees que...? —Preguntó Seokjin después de levantarse para parar junto al de cabellos azules.

Miré a Jimin pero él solo miraba la mesa, después regresé a Seokjin: —Te digo después, no es muy urgente en realidad.

Seokjin de nuevo me lanzó esos ojos, dudosos de mis palabras y después soltó un poco aire: —Está bien, Yeon. —Respondió. —Regresaremos en un rato. —Los dos chicos frente a mí caminaron lejos para después salir de la casa y caminar al auto de Seokjin. La voz de Jimin sonaba tan emocionada que nadie creería que solo van a comer.

Subí a mi habitación y me apresuré ha encender la laptop, pues hoy hablaría con mi madre para ponernos al corriente de cualquier situación que ha pasado en la semana.
Al mirarme ella, sonrió y dijo que cada vez siente que es más fácil manejar la tecnología; cosa que hace que ría junto con ella.
Mi padre también apareció y me saludó con la misma felicidad que yo siento al verlo, después se retiró diciendo que debía volver al trabajo por alguna emergencia que solo él podría atender.

Autismo. || PARK JIMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora