Jesse
27 de Noviembre de 2018
[So tell me honey, oh, when you're just a step away from falling apart.]
Despertar escuchando canciones de Lewis, aveces puede ser desesperante, pero amo sus canciones, sus letras.
Mi hermana me ah advertido varias veces, que no ponga sus canciones como alarma, porque en algún punto de mi vida, las voy a terminar odiando.¿Quién puede amar el sonido que te saca de un hermoso descanso?
Pues yo.
Se me hace imposible odiarlo, pero no le discuto tampoco, esa pequeña tiene un carácter de mil demonios.
En fin, apagó la alarma desperezandome, y decido levantarme, ya que hoy me toca abrir la cafetería donde trabajo.
Me mudé a un pueblito a millones de km de donde nacimos, con mi pequeña hermana Jazmin, quién tiene 18 años.
Mi nombre es Jesse Watkins, tengo 21 años, y esa es una de las razones por las que nos mudamos a esta este pueblo. Recién a los 21 pude obtener la custodia de mi herminita para poder irnos de ese infierno, y con el apoyo de mi mejor amigo, nos vinimos los tres a vivir aquí.Gracias Dios encontramos trabajo en una cafetería de la cuidad, con ese sueldo y algunos ahorros nos mantenemos bastante bien. Es una cafetería muy bonita, pero que cuando llega la noche lo convierten en bar.
Bar que manejan los hermanos, y de día los empleados como yo. Imagino que de de ganar mucha cantidad de dinero, con el doble negocio.
En medio de una ducha mañanera, las odio con mi vida, pero sino me dormiría a mitad de camino, empiezo a cantar a todo pulmón, aunque no lo crean se me da muy bien cantar, mi objetivo es despertar a Andrés y Jazmin, objetivo que siempre logro y ellos no lo odian tanto.
Demoró mas de la cuenta, cuando me doy cuenta que el angelito de mi hermanita dejo la crema de enjuague del otro lado del baño, porqué ni idea, para que le serviría colocarla en la mesada de la pileta, ni idea.
Después de todo eso y lograr lavar mi cabello (el cual está bastante largo y debería cortar) sin más interrupciones, terminó mi concierto.
Me dispongo a ponerme el uniforme, que consiste en una camisa blanca, la cuál le doblo las mangas hasta los codos, para no sufrir tanto este calor de verano infernal, y me coloco unos pantalones negros, que me resaltan de más mi enorme trasero, pero no me quejo mucho, me dejan bastante propina, más los viejos cerdos asquerosos, y algún que otro adolescente hormonal. Pero propina es propina, cada peso nos viene bien. Sigo con los mocasines negros, y saco el delantal de cintura del armario.
Ya vestido me dirijo a la cocina para preparar el desayuno, pero me llevo la hermosa sorpresa, de que los chicos ya están en la mesa con todo preparado.
— Muy buenos días chicos! - digo feliz, sentándome en mi lugar, tomando mi jugo de naranja agarrando de paso una tostada.
— Buenos días - me dicen al unísono- Jess, vas a tener que irte solo hoy, aún no estoy listo y además entró una hora después que tú.
— Di un concierto por nada? - pregunto divertido - Se supone que nos íbamos juntos para que acompañes a Jaz mientras yo me quedo en la cafetería.
— Si voy a acompañar a Jaz, pero tú te tienes que ir ahora si no quieres abrir tarde - me dice señalando su reloj de muñeca- Y prometo no llegar tarde.
— Esas promesas nadie te las cree An - dice mi Jaz con media sonrisa - No llegarías a tiempo ni aún que te pagarán - y poniendo un gesto de falso asombro, continúa - Oh cierto, si lo hacen!
— Calla suricata! Qué si llego tarde es porque caminas como caracol - Agrega An ofendido.
Sonrió divertido, estos dos son un caso.
—Pues decídete, soy suricata o caracol - dice entre carcajadas, esquivando una un borde de tostada que le tira An al darse cuenta de su error - Además los caracoles no caminan Andrés
— Ya, ya, calma, que es temprano para sus bobas discusiones - digo dejando todo en el fregador, levantando un poco la voz, mientras me dirijo al baño a cepillar mis dientes y peinarme - An trata de llegar temprano que tú horario es el mismo que el de Michael, y aunque nos quiera, no nos la va a perdonar toda la vida.
Camino al living buscando mi mochila que contiene las llaves de la casa y también de la cafetería, mi billetera, y un pequeño botiquín, con varios productos de higiene, uno nunca sabe.
— Michael me perdonaría hasta si prendo fuego el local Jess, ese hombre perfecto está loco por mí. - me dice entre risas - Además él me dijo ayer que pasaría por mí, así que tranquilo, llevaremos a Jaz y llegaremos a tiempo.
Río por sus boberías, me quito los nervios de que llegue tarde.
Michael.
Ese hombre es un Sol, en cuanto llegamos al pueblo, fuimos directo a la cuidad a buscar trabajo, nos cruzamos con un hombre que nos defendió de unos estúpidos homofóbicos que en ese momento nos estaban insultando y molestando.
Si An y yo somos homosexuales.
Otra de las razones por las que estamos aquí. An ese día iba "vestido de mujer", cosa que le gusta y hace seguido. Michael (uno de los hombres más guapos y calientes que eh visto, debo agregar) nos defendió, y nos invitó a tomar un café a su cafetería, para calmar nuestros nervios. Conversamos mucho y tuvimos la confianza para contarle nuestra historia y que buscábamos en la cuidad, ahí es cuando muy sorprendido, nos contó que justo el necesitaba meseros para el día, así es como conseguimos trabajo seguro (saben a lo que me refiero) y un gran amigo, Mich nos tomo tanto cariño, cómo nosotros a él.
Camino a la cocina para darles un beso en la cien a ambos, despidiendome de este par de locos.
— Adiós! Los quiero, y no se demoren mucho, sobre todo tú Jaz, que son tus últimos días de clase!
— Adiós! También te quiero!- me gritan los dos, dado que ya me estoy yendo.
Bajo las escaleras de la entrada, es una casa pequeña pero muy bonita y lo suficientemente barata para nuestro estado económico. Tres habitaciones, un baño grande, cocina comedor, un living bastante espacioso, perfecto para nosotros tres, y gracias a nuestro sueldo podemos rentarla sin complicaciones.
Me dirijo al auto de An con el que llegamos al pueblo hace seis meses. Entró en él colocando la mochila en el asiento del acompañante, enciendo el auto y manejo tranquilo hacia la cuidad, hora y media en ruta con Lewis en la radio, me hace sentir que hoy va a ser un muy buen día.
Gael~
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¡Hey Eres Un Chico!
RomanceClásico cliché... James, conocido extrema belleza y fortuna. Jessi, conocido por sus gustos extraños y carácter fuerte. Una noche común, se convierte en el comienzo de una historia de amor, llena de locuras, caricias, dificultades, abrazos y compre...