*Contenido sangriento por si acaso*
Ray se encontraba tranquilo leyendo un libro en la biblioteca Municipal de Derry, mientras se protegía de la fuerte lluvia de afuera y además, haciendo su pasatiempo favorito evitaba llegar tan temprano a casa y tener alguna que otra discusión o momento desagradable con su madre.
Miró por la ventana el gris cielo de invierno, pensó que de verdad se iba a caer en pedazos ese día.
Una cantarina voz interrumpió su concentración.
-Rayyyy-llamó.
-Ah... Sra. Krone, perdón, estaba distraído.
-Ya lo veo-rió amablemente-¿Me puede ayudar con esto?
-Por su puesto.
Ray ayudó a la bibliotecaria a llevar y clasificar unos libros en las bodegas de abajo, ya lo había hecho cientos de veces así que se sabía casi de memoria los códigos y ubicaciones, para él era como una aventura descubrir nuevos títulos e historias, viviría en la biblioteca de ser posible, pero sabía que tarde o temprano tendría que volver a su casa, con su madre.
Isabella, había tenido a Ray producto de una mala relación, aquel hombre la dejó al saber la noticia de su embarazo, por lo que ella tendía a culpar la existencia de Ray por aquel abandono.
Es por eso que la crianza de Ray fue muy compleja y precaria los primeros años, Isabella tuvo que tomar más de dos trabajos mientras además estudiaba en la Universidad para ser profesora.
Con los años las condiciones fueron mejorando, ella ascendió rápidamente en su carrera convirtiéndose en directora de la escuela Municipal de Derry, pero eso no significó que la relación madre-hijo mejorara, el quiebre se hizo desde muy temprano y no hubo arreglo, pero a eso Ray no le importaba si de todas formas nunca hubo un real apego.
Pero no todo era tan malo para el chico, cuando él tenía 7 años su madre se había casado con Leslie, un profesor de música y artes de la escuela, ellos se llevaban muy bien y se querían mucho, Leslie se comportaba como el padre que él nunca tuvo.
Luego nacieron las gemelas, Susan y Sara y el mundo de Isabella se volcó totalmente en ellas desplazando aún más a Ray, aunque para él era siempre lo mismo y casi no notó la diferencia, y tampoco tenía muchas intenciones de apegarse a gemelas, ya que mientras tuviera la oportunidad de pasar tiempo, aunque fuera menos con Leslie, todo estaría bien, con quien compartían muchas aficiones como la fotografía y la lectura.
Leslie le había inculcado a Ray el gusto por leer, por saber más de las cosas y la historia. Todo aquello había fomentado que el fuera un chico muy culto y conocedor de las cosas, lo cual lo había ayudado en convertirse el mejor de su clase. Pero a la vez lo hacía ser más solitario, no tenía amigos por lo mismo, la mayoría lo encontraban algo aburrido, pero eso a él tampoco le importaba, vivía su mundo en los libros, su vía de escape.
Ray además tenía un sueño, quería ser escritor algún día, soñaba en algún futuro poder ver algún libro con su nombre en grandes vitrinas de librerías y en bibliotecas.
-Así que quieres ser escritor no ¿Ray?
-Ehh? Sra. Krone.. ¿Cómo lo sabe?
-Pero Ray!-exclamó la mujer- He visto como brillan tus ojos cuando hay concursos de escritura aquí en la biblioteca ¿Por qué no participas?
-Yo.. me da vergüenza.
-Vamos chico, yo sé que eres muy talentoso, de seguro te irá bien. He leído tus cuentos cortos y son muy buenos.
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Lo que habita en Neverland (The Promised Neverland)
Fantasy¿Qué es aquella cosa que mata y hace desaparecer a los niños de un pequeño pueblo? ¿Por qué llega de forma cíclica aquella criatura en forma de payaso -U otras formas-a sembrar el horror a la ciudad? ¿Podrán los niños elegidos, Emma, Norman, Ray y e...