JeongGuk salió temprano de casa, encontrándose - como ya era de costumbre- con HoSeok. Sin embargo, ahora había curiosidad que se vio creciendo en el cuando notó lo que el alfa traía consigo.
— ¿Y eso
— Descúbrelo por ti mismo. – se encogió de hombros y le contestó suavemente, entregándole con cuidado la caja decorada que traía en las manos.
Resulta que el pelirrojo se había quedado hasta altas horas de la noche envolviendo el regalo por si mismo, para que de esa manera se sintiera más especial de su parte. No era muy bueno combinando colores o eligiendo un buen diseño porque hasta cierto punto, le daba mucha pereza. Sin embargo, el obsequio era para el Omega del que estaba profundamente enamorado y valía toda la pena del mundo el intentar hacer un buen trabajo.
JeongGuk miró con cierta duda, pero al notar la emoción genuina en la sonrisa de HoSeok, se permitió confiar. Tomándolo, deshaciéndose del lazo rojo con paciencia y sacando la tapa. Sus ojos de bambi brillaron ante la pequeña sorpresa, ahí adentro se encontraba un tierno oso, y no cualquier, si no el que el Omega adoraba desde que tenía uso de razón. Una pequeña conmoción se resolvió en su pecho al notar que era de la edición ilimitada de Cooky que tantas veces vio expuesta detrás de la vitrina de una tienda de accesorios.
— ¿Y? — el pelirrojo carraspeó tan solo un poco, intentando llamar la atención del Omega que ahora dejaba la caja en el suelo, sin despegar en algún momento su vista del oso. — ¿Te gusta? – rasco su cuello con cierto nerviosismo. — Haz hablado mucho sobre Cooky y hemos pasado tantas veces por ese lugar que no era tan difícil notar el cómo tu mirada cambiaba a una llena de adoración. – elevó una de sus comisuras, recordando lo malditamente adorable que se veía el Omega viendo al oso de peluche como si fuera lo más esencial en la vida humana. — Quería que fuera mi primer regalo. – arrastró lentamente cada una de sus palabras, ahora con más dificultad debido a que JeongGuk lo miro con fineza.
— HoSeok, me encanta. – murmuró con cierto ápice de cohibición, acariciando con ambos pulgares las mejillas del peluche. — Muchas veces los alfas siempre intentan llenarme de obsequios con lo primero que se les ocurría, más ninguno de ellos se tomaba el tiempo de escuchar mis gustos e intereses, o al menos ver mis actitudes. – negó ante la decepción de esos recuerdo, dejándole muy en claro que ellos no tenían las mejores intenciones con él. — Pero tú... – nos hicieron contacto visual al instante, JeongGuk le sonrió dulcemente y el alfa se sintió desfallecer. —... Tú me demostraste en apenas unas semanas lo tan dedicado y sincero que eres conmigo. Te expresaste tal como eras, sin pretender ser el alfa más codicioso o él más narcisista capaz de conquistar a miles de omegas. Sólo eres tú tratando de obtener una respuesta mía. – bromeó sutilmente, observando como las mejillas del pelirrojo se ruborizaba mínimamente.
— Y seguiré esperando y esforzando todo el tiempo que sea necesario. Incluso hasta empezaré a rezarle a todos los Dioses. – dijo con diversión, juntando las palmas de ambas manos y resintiendo un suave golpe en el hombro.
— Bobo.
Ambos se sintieron con complicidad, el alfa termino acercándose aún más y extendió levemente sus brazos. — Yo, uh... ¿Puedo? – hasta en su mirada había inseguridad, pero el Omega sonrió al escucharlo pedir permiso, eso era muy encantador y tierno a la vez.
— Puedes. – susurro mientras daba un corto asentimiento.
HoSeok se asombró en demasía, sumado a que su lobo empezó a correr de un lado al otro, feliz de poder avanzar un poco con el Omega que quería que sea su pareja. Lo rodeó con sutileza, como si lo que estuviera sucediendo sólo fuera parte de uno de sus mejores sueños, a la vez, siendo consiente que entre sus brazos al sentir más especial que albergaba en su enamorado corazón.
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▸𓂄 ׅ ‹𝟹 🌻 ▨ 𝐖𝐡𝐚𝐭 𝐀 𝐀𝐥𝐩𝐡𝐚 𝐆𝐨𝐭𝐭𝐚 𝐃𝐨 ᨑ︕
Krótkie Opowiadania❝¿Qué es lo que un Alfa debería hacer? Para estar totalmente encerrado a ti.❞ Jung HoSeok está completamente e irremediablemente enamorado de cierto Omega de piel tersa y bronceada. Lo único que desea con sinceridad es que el precioso pelinegro acep...