Existe una leyenda, muy antigua que cuenta la historia de cómo un oficial celestial se enamoró de una mortal y rompió el más grande de los tabúes.
-por supuesto puedo darte el poder... -la burla se filtraba en sus palabras- a cambio quiero la mitad...
Hola perdonen la tardanza, he tenido algunas complicaciones con estos capítulos, pero espero les guste.
Ahora si a leer...
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//Flashback - 2000 años atrás//
Una hermosa joven de cabellos plateados y ojos amatistas, se encontraba en medio del salón de un templo sagrado rezando a sus dioses para que le dieran fortaleza suficiente para continuar con su trabajo. En las afueras del templo se comenzaron a reunir Yao de todas las clases, desde aquellos que son pequeños y débiles, hasta un príncipe del averno para despertar a su maestro como lo hacen cada vez que hay un cambio de mando en el santuario.
—No importa cuánto lo intenten... —habló la joven— no entran a este santuario.... yo soy Qiao Yi Jie última sacerdotisa de mi familia y mi deber es mantener a Yan Wang en su reino así cueste mi vida... —se levantó del suelo, desenvainó su espada de empuñadura plateada y hoja dorada, que brillaba conforme se le infundía energía espiritual— hoy... cumpliré mi deber... y si no lo logro, la puerta caerá conmigo... —se dijo, para luego pintar una matriz en el suelo, la cual sellaría la puerta al reino de los muertos para siempre a costa de su vida y su alma.
La joven Sacerdotisa salió del santuario para enfrentarse a la multitud de Yao que la esperaban afuera, quienes al verla atacaron sin piedad, lo único que podía verse era el brillo de oro y plata moverse con tal rapidez que solo se apreciaba a los Yao convertirse en polvo y luces. Cuando ya solo quedaban tres de ellos, uno de los cuales era un Príncipe del Averno, ya se encontraba exhausta y estaba preparada para dar su vida, con lo que no contaba era que un joven Oficial Celestial la observaba desde las sombras, y al ver que ella se encontraba en desventaja se apresuró a ir en su ayuda desenvainando su espada y atacando sin piedad a los Yao que osaban tocar a la única mujer que desde antes de ascender, había llamado su atención; y por miedo no le había hablado. Pero hoy, después de tanto tiempo sin verla, se la encontraba en esta situación peligrosa. Decidió que si los demás Oficiales no se enteraban de lo que estaba haciendo, nada podía salir mal, "ojos que no ven, corazón que no siente", aunque había veces que dudaba que sus camaradas Oficiales Celestiales tuvieran uno.
Los años pasaron y el joven Oficial, durante cada día que pasaba se enamoraba cada vez más de la joven Sacerdotisa, quien a su vez poco a poco se iba enamorando del joven.
Cuando se cumplieron cuatro años de conocerse, el joven Oficial decidió que era hora de proponerle matrimonio a la mujer que amaba, quien dijo que si al instante, ya que estaba perdidamente enamorada del joven.
//Fin Flashback //
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