𝗛𝘆𝘂𝗻𝗴, 𝗘𝗻𝘀éñ𝗮𝗺𝗲 ☞ 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗺𝗶𝗻 [TERMINADA]

SEIS

—¡Mamá! Ya tengo suficiente, no hace falta— se quejaba—. ¡Sólo voy a cenar con mis amigos, no con el presidente!

Jimin se safó y arrojó la corbata.

Desabrochó el botón que lo estaba ahogando y suspiró—. Gracias, mami.

—Bien, minnie, iré a ayudar a tu padre. Y pon tu camisa dentro del pantalón
Miró su camisa, y luego vió a su madre irse. Rió y se arregló por última vez frente al espejo.

Tenía un jean, y su camisa preferida, la cual  era de color rosa.

Terminó de peinar su cabello, tomó su teléfono, su abrigo y bajó a la sala.

Sus padres estaban muy bien vestidos y es que se tomaban muy importante esas cenas con la familia Jeon.

Una vez todos abrigados, fueron al auto y entre la nieve, iban hasta aquella casa.

Sufrió en ese momento que salieron y esperaron a que abran la puerta.

Caían copos de nieve y había viento.

Ambos adultos los recibieron con una cálida sonrisa.

Dejaron todo, y dentro de la casa había calefacción.

—¡Jungkook!— llamó la señora Jeon.

De las escaleras bajó su audaz novio. Tenía un pantalón de vestir negro y una camisa bordó arremangada.

Su cabello estaba medianamente largo, y eso le encantaba.

Se acercó a él y lo abrazó, le daba un poco de pena besarlo enfrente a sus padres.

—¿Cómo estás?— no soltó su cintura.

—Hueles bien, Hyung. Yo muy bien, ¿Y tú?

—¿Cómo crees, ahora que viniste?

Feliz, y el otro totalmente rojo, se quedaron en la cocina, mientras los otros se ponían al día con cosas de grandes.

—Mi madre quería que venga con corbata.

Rió—. ¿Y por qué no? Te imagino muy tierno.

—Es una cena de navidad con mis amigos y mí novio, ni que fueras un famoso.

—Ajá... ¿Te quedarás a dormir?

—Sí— asintió—. Luego de todo, ¿Nos quedaremos solos, no?

—Uh, podremos ver cuando Santa te traiga tu regalo— rió acercándose y abrazándolo.

—Santa trajo mí regalo hace mucho tiempo, Hyung. Un 13 de mayo específicamente.

—Y a mí un 8 de noviembre, ¿No crees que se le perdió su calendario?

—Sí, creo que sí.

Terminaron riendo juntos, y entonces Jungkook atrapó sus labios.

No lo había hecho antes, y tenía muchas ganas.

Cuando comenzó a intensificarlo, escuchó el típico "Chicos vengan, ya nos vamos".

Y le dolió en el alma tener que separarse.

Jimin palmeó sus hombros dándose cuenta y de la mano caminaron hasta la entrada.

Ambas familias irían a cenar a un restaurante, mientras que los dos jóvenes tomaron la decisión de pasar con sus amigos.

Al despedirlos, rápidamente jungkook tomó su teléfono para llamar a Jin.

—Ah, Hyung. ¿Dónde se metieron?

—Creo que Nam no sabe usar un GPS, pero tranquilo, ya llegamos.