Capítulo 1: Juramento.

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La siguiente historia que les contaré está llena de traiciones, rencores, venganza y dolor, esta es la historia de cómo una cría de dragón llegó a convertirse en rey, esta es mi historia. Empecemos por el principio, mi nombre es Danakin Dark, primogénito de la casa Dark y rey de toda Dragaria, pero aún falta mucho para eso. Desde el día que eclosioné del huevo mi destino ha sido ser el sucesor del trono de Dragaria, una tierra donde reinan los dragones, una tierra donde predominan imponentes montañas, extensas llanuras y bastos océanos, justo en la cima del monte Basírion se alza el majestuoso castillo Dark, hogar de la casa Dark, mi hogar. Mis primeros años de vida fueron felices, era cómo cualquier otra cría y entonces un buen día para mi alegría y de mis padres nació mi hermano menor Raegal Dark, desde que eclosionó del huevo mis instintos me decían que algo muy malo iba a suceder y él iba a estar en el medio. Al pasar los años mi relación con Raegal se iba deteriorando poco a poco, constantemente discutíamos por todo, ya fuera por la atención de nuestro padre, el cariño de nuestra madre o por cualquier otra cosa, mi hermano era muy codicioso, su mirada estaba siempre llena de odio, envidia y maldad, constantemente despreciaba a todo dragón a su alrededor, innumerables veces hablé con él a cerca de su actitud y comportamiento pero era cómo hablarle a una sombra, en su alma solo había oscuridad y temía por él y por lo que sería capaz de hacer. Entonces ocurrió, justo el día de mi décimo cumpleaños, cómo todos los años llegaron invitados de todas las casas de Dragaria, la casa Wyvern, nuestros primos más cercanos, la casa Drake, la casa Amphiptere, la casa Lindwrum e incluso asistió la traicionera casa Wrym, aún lo recuerdo cómo si hubiese sido ayer, me la pasé jugando con mis primos y amigos en el enorme jardín del palacio hasta bien entrada la tarde, ya cansado de tanta diversión me dirigí hacia la sala del trono donde se encontraban los adultos para ver a mis padres y saludar a mis tíos, en el camino me encontré a mi hermano, tenía una sonrisa muy sombría, aún más de lo normal y eso me asustó mucho, entonces lo escuché, un fuerte ruido proveniente de la sala del trono, fui corriendo hacia allá y a la entrada, frente a las puertas se encontraban los cadáveres de los guardias que custodiaban la entrada, aterrado entreabrí las puertas y vi cómo los integrantes de la casa Wrym masacraban a todos los presentes, uno tras uno eran asesinados hasta que solo quedaban mis padres, entonces escuché cómo se acercaba alguien por el pasillo detrás de mí, me escondí detrás de una de las estatuas que adornaban la entrada a la sala y desde mi escondite pude ver cómo llegaba Etherias Wrym, el líder de la casa Wrym acompañado de mi hermano, no entendía que estaba pasando, cuando ambos entraron al salón salí de mi escondite y me puse detrás de las puertas y pude escuchar cómo Raegal había organizado todo con la ayuda de los Wrym para usurpar el trono, mi padre enfurecido le dijo que detuviera esa locura pero mi hermano en vez de escucharlo lo que hizo me destrozó el corazón, mi propio hermano asesinó a mi padre, mi madre desconsolada rompió en llanto, para terminar con mi desgracia Raegal también la asesinó con la misma espada de empleó para decapitar a nuestro padre, yo estaba petrificado por el miedo y el dolor, las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos, estaba desconsolado mientras que el dragón que decía ser mi hermano reía al ver que su plan había funcionado, uno de los pocos sirvientes que habían sobrevivido me tomó de la cintura y rápidamente me sacó del lugar, mientras corría conmigo a cuestas pude ver los cuerpos de muchos de los sirvientes del castillo y los cuerpos de algunos de mis primos y amigos, mi salvador nos llevó al puerto donde en un pequeño bote de remos zarpamos rumbo al castillo Wyvern, hogar de la casa Wyvern. Durante todo el viaje no pude evitar soñar con todo lo que había sucedido y no dejaba de llorar, inútilmente el sirviente intentó animarme todo el tiempo pero nada podía calmarme, al llegar al castillo Wyvern fuimos recibidos por mi prima Katherine Wyvern, la primogénita de la casa Wyvern quien no pudo asistir a mi fiesta, el sirviente le contó todo lo ocurrido acerca de la traición de Raegal y cómo asesinó a mis padres y a todos los presentes con la ayuda de Etherias Wrym, Katherine ahora líder de la casa Wyvern me acogió en su casa y juntos lloramos por la muerte de nuestros padres. Ya de noche en mis nuevos aposentos en lo que de ahora y por mucho tiempo llamé hogar, juré vengar a mis padres, a mis primos, a mis tíos y a todos los que murieron y sobre todo, juré asesinar con mis propias garras a Raegal Dark, el dragón que un día fue mi hermano.

Dragaria, viaje de una venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora