"El valor de un sentimiento se mide por la cantidad de sacrificio que estás preparado a hacer por él."
John Galsworthy
—Te acuerdas cuando dijiste que en mis ojos había un brillo.
—Sí —contesta en seco. Para Eren, Armin significa la posibilidad de un futuro brillante. Libertad y manzanilla son palabras que asocia a su mejor amigo. Y es precisamente la libertad lo que ha obsesionado tanto.
Están sentados en el suelo. La habitación del rubio parece más cálida de repente. Están tan cerca que la rodilla de Eren, quien tiene la pierna derecha extendida, choca con la pierna de Armin. Es un contacto natural. Incluso han tomado sus manos con anterioridad cuando eran reclutas. Ahora ya no lo hacen. Él siempre añoró un contacto más profundo, diferente. No sabía cómo expresarlo.
¿Cómo podía decirlo? Su amistad hace tiempo que no es lo mismo.
Debió haberlo visto venir. Todos lo decían a voces. «¿Cómo alguien calmado y dulce como Armin lo tolera?»
Si le preguntaran a Armin porque es amigo de él no lo explicaría.
No podría aunque quisiera, porque Eren fue ese rayo de luz cuando nadie comprendía lo que decía. No lo juzgó por sus ideas revolucionarias que tanto asustaban a los demás niños. Lo juzgó por no defenderse. Eren es así. Necesita luchar y esforzarse al máximo. No ha nacido especial ni con ningún Don. No posee una fuerza descomunal como Mikasa o como el Capitán, ni una inteligencia avasalladora como Armin o el fallecido Comandante. Sólo creía poseer fuerza de voluntad.
Qué equivocado estaba.
Eren ignora que para Armin es su luz. Él cree que lo que hizo por el chiquillo débil lo haría cualquiera con un mínimo de valentía. La valentía, según pensaba de pequeño, era defender con uñas y dientes lo que alguien le quisiera arrebatar. No entendía cómo el niño de los libros pesados y actitud tranquila podía permitir aquellas humillaciones y golpes.
Hasta que le preguntó. "Yo..yo no he perdido", respondió el niño indefenso con moretones frescos y lágrimas en su rostro.
No comprendió sus palabras hasta que casi lo perdió.
Han pasado días desde que regresaron. Recibieron medallas que mostraban que habían sobrevivido al infierno.
Por obra de la fatalidad o el destino habían sido suertudos, si a algo así se le puede llamar suerte.
En teoría todo había vuelto a la normalidad, excepto que en realidad nada sería como antes. Deberían estar acostumbrados a lidiar con la muerte, a dejar sus cuerpos pudiéndose mientras ellos vuelven a lo más parecido a un hogar.
Armin sabe bien cuál es esa sensación de pérdida. La sintió desde que era un pequeño. Su abuelo fue de esos valientes que quisieron prosperar su tierra de nuevo. En vano. Todavía recuerda el escozor en los ojos por llorar tanto, a Mikasa consolándolo dándole una pieza de pan que logró robar a un señor distraído. El vacío que le vino al saberse sin familia existente, la garganta le ardía, las lágrimas no salían; intuyó que era por deshidratación, un concepto que había escuchado de su abuelo, y, al recordar esto; se dio cuenta.
Es diferente perder a alguien porque sabes que verle o sentirle será físicamente imposible, a perderlo porque la otra persona te rehuye cada que te observa acercarte. Cómo está pasando con Eren. Con él, a diferencia de su abuelo, lo puede observar, sigue siendo tangible. Pero no es suficiente. A su abuelo jamás lo olvidaría aún si viviera cien años y los recuerdos se le empiecen a añejar, porque cuando recordó la conversación que había escuchado; lo supo. Las enseñanzas que le había dejado, los consejos, todo estaría en su memoria. Quiere que eso pase con su mejor amigo.
―Todavía me lo preguntó —el otro voltea a verlo, expectante de sus palabras―. Por qué decidiste salvar mi vida. Hubiera sido más fácil para ti controlar la situación en aquel entonces — comenta, pretendiendo sonar casual. Y de verdad es por satisfacer su curiosidad.
Eren se toma su tiempo para contestar y cada segundo es un aliciente para el rubio de desesperanza. La brecha entre ellos se ha ido cerrando tan rápido que no ha tenido para notarlo.
La seriedad que hasta hace poco ha inundado las facciones de Eren se diluye un poco.
—¿No es obvio? Quiero conocer el mundo exterior contigo...Además yo no podría hacer lo que tú haces. Te necesitamos, Armin. Nunca vuelvas a dudar de tu capacidad.
—Pero.. el mundo exterior nos odia ―da por toda respuesta deseando haber completado la frase con un "y aquí también me odian y al parecer tú haces lo mismo". Atrás había quedado la inseguridad que lo corroía. O tal vez se había intensificado por intentar llevar los zapatos del Comandante.
―Lo sé y estoy dispuesto a cambiar eso. Debemos cambiarlo
―Ere..
—Te lo he dicho varias veces. Conoceré el mundo exterior contigo ―miente. En las memorias ya había visto todo. El panorama era desolador, no había esperanzas.
Las mejillas del rubio adquirieron un tono rojizo, atreviéndose a soñar que esas palabras podían tener un segundo significado.
Mira el semblante de Eren, sigue determinado, reconfortando las inquietudes que podría haber dejado tras esa conversación. Y le cree.
―Sí, conoceremos el mismo exterior ―la boca empieza a mostrar una sonrisa. Emocionado, replica―. Un mundo bueno donde todo lo que venía en el libro de mi abuelo se cumpla a la perfección.
—Así es. Podremos hacerlo. Lo haremos realidad ―afirma Eren, muy en su mente quiere autoconvencerse que así será.
Si ha visto todo lo que pasará es porque aún puede cambiar el destino, ¿verdad? Lo hará por él. Tendrá que hacerlo. Se lo ha prometido y Eren no es un hombre de palabra, pero por él haría hasta lo imposible una realidad.
Encontrará el modo. Cambiará el destino aunque tenga que sacrificarse y arrastrarse a ese infierno. Quiere que Armin sea feliz y tenga una larga vida. Que sea libre. Que conozca el mundo y sus recovecos, solo o con quien quiera.
Tiene que lograrlo.
Porque después de todo es como ha dicho el propio Armin "Quien no puede sacrificar algo importante, no podrá ser capaz de cambiar nada"
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Nota de autora:
De nuevo me ha venido el tiempo y la inspiración para este momento Eremin, yo sé que no es la gran cosa; sin embargo, no me quería quedar con las ganas. Seguramente escribiré más de ellos dos en un futuro. Escribir este one-shot me ha recordado porque Armin es mi personaje favorito y porque Eren es la persona más importante para él, y viceversa. ¡Larga vida a mí solecito!🌞💕
Si les gustó recuerden votar, lo apreciaría muchísimo💞. Y la verdad es que los ships más votados es seguro que haré más cosillas sobre ellos.
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MOMENTOS
FanfictionRelatos de Shingeki no Kyojin ¿Qué pasó cuando la atención no estaba centrada en nuestros personajes favoritos? La mayoria estarán basados por ships, uno que otro capítulo serán monólogos o pensamientos de ciertos personajes. Parejas: Erehisu, Riren...