1.- "Mo Ran abandona a su shizun".

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Unos meses antes que Mo Ran haya salido a cazar demonios y fuera alejado de su shizun, La ultima vez que se habian visto fue por su despedida la que sin mucho romance y entre la mirada de la gente fue mucho mas frio que el invierno de ese entonces. la comida preparada por mo ran para Wanning antes de irse, Buscaba poder llegar a suavisar la frialdad de su shizun, esperando verlo un poco mas animado y dispuesto. pero no compensaba lo triste que se sentia el ambiente, era lamentable. Esa mision era algo que bien podría hacer Xue Meng pero Mo Ran insistió en ir. Chu wanning sintió en su corazón que el romance que Mo ran profesaba con fervor se había ido estinguiendo de a poco. Penso que quizás se debía a la intromisión de los demas y el poco contacto intimo entre los dos. Mo Ran sabía que Chu wanning tenía que salvar la cara, no hablaría de su molestia en absoluto. Tambien penso que Mo Ran hacia esto en modo de venganza. «Quien sabe». ¿Vengarse porqué ?. Chu Wanning, como nunca comió sin saborear los manjares preparados por Mo Ran . Todo le supo tan insipido. Mo Ran lo noto en su poca expresión, aunque Wanning pocas veces expresaba algo. Pero algo de culpa sentía al ver el resentimiento en los ojos de Wanning . Por eso solo se callo. Wanning alzo la mirada para ver su insistencia. Posaba unos profundos ojos negros sobre el . Dijo "que?" . Mo Ran contesto " te voy a extrañar. shizun, me vas a seguir esperando?". Fueron esas palabras suficiente para retumbar en los oidos y en el corazón orgulloso de Chu Wanning las paredes hacian eco de esas palabras que flotaban sin respuestas en el pabellon del loto rojo. Los platos sin recoger una despedida sin un adios. Chu wanning, solo se había parado de la mesa exhausto de fingir su cara de indiferencia. Dio unos pasos alejandose de la pequeña sala y entrando a su habitación. Mo Ran bajo la mirada el tenía miedo de que al regresar de su misión no pueda volver a estar en el corazón de shizun. Pero penso presumido ¿Sino soy yo, a quien mas podría amar shizun ? ¿Puede haber un candidato que compita contra mis habilidades? El sabía lo seductor que era. Lo fácil que se le daba enamorar a las chicas. Pero aún así tenía dudas y miedos. Esto era un poco distinto. Las chicas que enamoraba nunca era con la intención de amarlas y muchas veces lo hacia de manera muy natural e inconciente. Era muy vigoroso y virtuoso. No podria pasar desapercibido para mas de una. Sin embargo el estaba obsesionado por su shizun. Tanto que iria a esa misión para derrotar al moustro de la frialdad y el desamor el quería obtener de ese moustro la perla perfecta para ofrecerla como sortija a su «novio». Era simple, al matar al gran moustro el seria el unico propietario de ese mineral sagrado que contenía la calides y el amor, todo lo contrario a la bestia de la frialdad. El reconocía que en muchas ocasiones sentía que su relación era fría y distante. Pero aún así el nunca culparia a shizun. Sabía que Chu Wanning era un novato tímido y tenía que tomarse su tiempo. Mo Ran se levantó de la mesa y lo iba a seguir pero tuvo miedo de que su debilidad lo haga olvidar su objetivo. Asi que solo tomo un pincel de los de Shizun y escribió una carta breve de despedida. No era bueno con las palabras. Pero Su letra si se había vuelto muy definida y segura, «luego de haber narrado todo un libro de acontecimientos pasados hace 5 años para shizun». Luego paso el pincel embarrado de tinta por sus labios y beso la hoja de papel. Sus labios quedarían impresos para poder ser apreciados por los ojos anhelantes de su shizun. La carta fue escrita y ya hacia sobre la mesa. Mo Ran veia la puerta donde Wanning se refugiaba de su incontrolables sentimientos indescifrables para los sentidos de Mo Ran. luego de unos minutos y pasos a la salida, La puerta principal se abrió . Una brisa helada entró antes de que Mo Ran cierre la puerta despidiendose enmudecido. El sonido no paso desapercibido para las facultades de shizun. Aquella brisa Congelo sus timidas y amargas lagrimas. Su corazón estaba inundando de confusión, desesperado. Aquel hombre de seño fruncido se rehusaba a mostrarse debil. Solo una lagrima insipida cayó y resbaló por su mejilla hacia sus labios. El sabor de amargura era inconfundible. Shizun se había quedado definitivamente solo.

La espera valió la penaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora