capitulo 2 En busca de casa

264 11 0
                                    

A la mañana siguiente me levanto temprano para poder preparar algo para el desayuno, ya que Helen y María aun seguían durmiendo, lo entiendo por mi amiga que el viaje fue pesado, largo y agotador pero mi prima, la no sé porqué este durmiendo todavía aunque no importa porque es fin de semana, un fin de semana donde descansare y exploraré la ciudad antes de entrar a clases.

Ya tenía un rico desayuno preparado listo para comer, pero en eso oigo que alguien baja de las escaleras me asomo y era mi prima que se había levantando

-Buenos días Helen  -  

-ah buenos días, veo que madrugaste- se dirigía al refrigerador

-si un poco, perdón si hice ruido mientras cocinaba-

-descuida-  mientras tomaba un poco de jugo y se sentaba a la mesa

-¿no vas a desayunar? Hice suficiente para las 3- le decía mientras señalaba donde estaba la comida preparada. Helen se levantó de la silla y se sirvió un poco de comida

- wao, veo que exageraste un poco con el desayuno-

- Mianhe, creo que exagere un poco, pero ahora voy al super a reponer lo que use-

-Tranquila, podemos ir las 3 juntas pero no te estreses por eso, además eres como mi hermana-

Mientras terminaba de comer, María se había despertado y se dirigió a la cocina para comer “Buenos días chicas” eso fue lo que dijo, mientras se servía y se dirigía a la habitación a comer, me quedé extrañada porque ella nunca se había comportado así pero será mejor dejarla hasta que se le pase. Termine de comer y recogí los platos y los lavé después de eso me fui al baño a tomar una ducha para luego descansar viendo la televisión pero tenía un poco de curiosidad de lo que le pasaba a María. Después del refrescante baño, me dirigí donde María para hablar con ella el porqué se encontraba como molesta, toco la puerta “¿María puedo pasar?” al no recibir ninguna respuesta vuelvo a tocar la puerta pero nada, “será que se durmió” fue lo que pasó por mi mente, pero en lo que iba a volver a golpear la puerta, María me abre

-¿qué quieres?- lo dijo en un tono molesto casi al punto de gritarme

-¿puedo pasar? - le pregunté con miedo

-pasa- dio un suspiro y luego cerró la puerta - ¿Qué es lo que quieres?- se podía notar lo molesta que estaba pero no sabía el porqué

-¿puedo saber qué es lo que te pasa?, veo que estas molesta pero no sé el por qué- le dije un poco desafiante pero aun así sentía  un poco de miedo

Ah dio un suspiro antes de hablar… - no me pasa nada, solo estoy un poco molesta que siempre tomes todo a la ligera-

-¿pero… ahora que hice yo?- estaba un poco confundida

-no es que me caiga mal tu prima, solo que me siento un poco incomoda, prefiero buscar otro lugar donde vivir por los dos años que estaremos aquí-

-ah eso… pensé que había sido algo peor, pero si quieres podemos ir hoy a buscar algún apartamento que se acomode perfecta para nosotras- le dije un poco más tranquila y segura hacia mi respuesta

-está bien, pero espero que no me mal tiendas, no quiero ser una carga para tu prima-

-no lo eres…-  las dos volvimos a ver hacia la puerta donde se encontraba Helen – no te preocupes María yo me sentiría de la misma forma que tu si estuviera en la casa de un familiar de un amigo

-espero que no te hayas ofendido por mi comportamiento temprano en el desayuno -

- no te preocupes pero siempre serás bienvenida en esta casa- después de eso las dos se callaron produciendo un silencio un poco pesado

- Bien como el problema se ah resuelto, pues es hora de ir a buscar un apartamento para nosotras 2- dije interrumpiendo el silencio incomodo.

Después de la charla nos dirigimos al centro de Seúl buscando un apartamento barato pero bonito, íbamos en compañía de Helen porque conocía bastante bien Seúl ya que la mayoría del tiempo lo recorre cuando esta aburrida

Vimos muchos apartamentos, habían unos muy bonitos pero eran muy caro y habían otros no tan bonitos, y los que podíamos pagar ya habían sido reservados, estaba muy cansada como para seguir buscando “este es el ultimo” dijo Helen, lo único que me pasó por la mente es que sea bonito y barato, estuve a un punto de darme por vencida hasta que quedé atónita por lo que estaba viendo, era un apartamento realmente bello y a la vez económico, era el que había dicho Helen el ultimo apartamento de la lista y por lo visto estaba disponible.

La sala y la cocina eran perfectas, pequeña pero cómodo y con el suficiente espacio para nosotras y ni que decir del cuarto y del baño

Aunque solo haya una habitación no era problema, porque era cama doble, así que podíamos separarlas un poco como dos camas individuales en una habitación, era el apartamento soñado para nosotras y todo gracias a Helen

-Wao, es simplemente perfecto- decía encantada mientras recorría el lugar

-si nos vieran nuestros padres, se sorprenderían- dijo María en un tono sarcástico

-mas mi madre que creyó que no podría vivir sola, pero se lo demostrare en estos dos años que este aquí- lo decía con orgullo

-todo te lo debemos a ti Helen - dijo María muy agradecida y con casi lagrimas en los ojos

-No hay de qué, pero será mejor hablar con el casero para que puedan vivir aquí-

-¿bueno que estamos esperando?... vamos- estaba tan feliz por haber encontrado un apartamento.

Una vez donde el casero, pudimos pagar la primera cuota para poder vivir en el apartamento, y con eso nos fuimos a la casa de Helen para ir por nuestras cosas y mudarnos al nuevo apartamento, estaba tan feliz que podía morir en ese momento

-Helen gracias por tu ayuda, puedes llegar de visita-

-claro que si vero-

-hasta luego Helen - dijo María contenta.

Ya en el apartamento, logramos acomodar todas nuestras cosas en su lugar y lo único que faltaba era comprar alimentos para la semana, así que nos fuimos al supermercado más cerca para comprar lo necesario como carnes, el arroz algunas verduras, refrescos etc. A la vuelta justo al frente del apartamento habían 6 chicos por cierto muy guapos “mira son nuestros vecinos” me dijo María mientras caminábamos, yo solo asentí ante su comentario, esos chicos se me eran muy familiares pero no recordaba donde, hasta que uno de ellos volteo hacia nosotras devolviéndonos una sonrisa como  saludando desde lejos y la única reacción que pude hacer fue ponerme roja como un tomate y abrir la puerta lo más rápido posible, claro ante mi torpeza se me calló todo lo que llevaba en mis manos y me sentí tan frustrada y a la vez tan tonta

-ash… solo a mi- dije mientras me agachaba para levantar todo lo caído

-no te preocupes, yo abro la puerta dejo las cosas que traigo y te ayudo a levantar las cosas-

-ok, pero no te tardes- decía sin quitar la mirada del suelo.

María había abierto la puerta y había entrado mientras que yo seguía en el suelo rejuntando las cosas cuando alguien me ayuda, así que pensé que era María “fuiste rápida dejando las cosas” lo dije en tono de burla mientras seguía con la mirada baja, hasta que me levanto y para mi sorpresa era el chico del frente

-gra gracias por ayudarme- dije mientras agarraba la bolsa que tenía en sus manos

-no es nada- lo dijo mientras reía, tenía una sonrisa tan linda que es como si viera un ángel – por cierto me llamo…

Be my shineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora