12. Lágrimas

58 10 0
                                    

Narra Milo:

Estaba a escasos minutos para que terminen las clases de literatura, estaba muriendo de aburrimiento por qué precisamente hoy tenía que tocar esta materia tan aburrida.

Cuándo acabó por fin libre, pero hay un problema no encuentro a Aioria y Saga, acordamos que me esperarían en el campus mientras iba al baño pero no están, se supone que iríamos juntos a mi casa para acordar como estaríamos vestidos para el cumpleaños de Diane ya que esa chica nos terminó invitando a su fiesta de cumpleaños y pues yo soy el alma de todas las fiestas junto a mis amigos para eso tenemos que vernos guays sin embargo no los encuentro. ¿Dónde se habrán metido?

Búsqueda tras búsqueda, carreras por todo los lugares donde podrían estar y no consigo hallarlos o se habrán ido sin mí, no esa posibilidad es totalmente descartada por mi subconsciente ellos nunca se olvidarían. ¿Cierto? Marqué a sus teléfonos pero ninguno responde a mis llamadas, ¡Hay! Odio que nadie conteste.

Cansado y convencido de que mis ”mejores” amigos se fueron dejándome solo y olvidándose de mí, decido caminar despacio hasta llegar a mi última esperanza, en realidad aún no estaba convencido de que mis amigos se hayan ido dejándome, en mí albergaban esperanzas de que Saga y Aioria estén en la sala de música con mi sereno amigo tocando el piano o un Aioria tocando las teclas de dicho instrumento sacando de quicio a un Saga aturdido por los estruendosos ruidos provocados por el, pero esas esperanzas fueron desechados uno a uno cuando ví a ese molesto chico peliagua en la puerta que conducía a la sala de música. ¿Él estaba espiando? 

Hay Milo es más que obvio. 

Eso fue lo que una vocesita dentro de mi me respondió de manera divertida.

¿Pero qué sucede? Ese niño junta la puerta y aleja, corre como si su vida dependiera de ello, será que lo pillaron usmeando.
A no, yo no me pienso quedar con la inmensa curiosidad de saber que pasa, yo tengo que descubrirlo.

¿Me parece que le tomas mucha importancia he, no se supone que lo odias?

Lo odio por eso quiero saber por qué se puso así, puede que encuentre algo que pueda usar en su cuenta.  Le respondo a esa molesta voz que siempre está en mi cabeza, creo que me estoy volviendo loco por imaginar que alguien dentro de mí me habla y yo le respondo como si fuera real. 

Corro de trás de él veo que para un momento creo que para respirar, se agacha un poco y toca sus rodillas para conseguir inspirar aire para llenar sus pulmones y luego liberarlos y continúa así preso de la fatiga, se ve que está muy cansado además a leguas se le nota que no hace ejercicio con frecuencia porque yo no estuve así de cansado apesar de que yo corrí como en una maratón con la intención de encontrar a mis amigos. 

Me acerco a paso lento hacia él y decido que llegó la hora de empezar con la rutina de molestar a mi “enemigo" percibo que notó mi presencia pues se endereza y se mantiene firme aún sin voltear hacia mí.

—Que no te enseñaron a no usmear sitios sin permiso. —suelto con un tono divertido.

—Si me enseñaron o no eso no tiene por qué importarte, Antares. —rechista con molestia aún si dar la cara.

—Tampoco te enseñaron que en una conversación es de mala educación dar la espalda a las personas que son mayores que tú, eres un niño malcriado.

—¿Qué no tienes otras cosas que hacer en el que no me encuentre involucrado?

—Creo que no, pero también es de mala educación responder a una pregunta con otra preg...

—Por favor vete Antares no quiero a nadie cerca, y mucho menos a alguien que encima eres  tú. —me ví interrumpido a medias de hablar por su petición, petición hecha con una voz muy apagada y entre cortada.

Tú cambiaste mi vida 💕(MILOXCAMUS)💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora