Chupones (Rubexby)

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Tenía una relación oculta pero muy bonita, no es que no quisieran decirles a sus demás compañeros, pero querían tener una relación sin que nadie los incomodaran o siquiera comenzaran con sus tontas indirectas, por parte del osito no quería que sus hermanos oscuros le hicieran algo a su pequeño, sabía que se podía defender perfectamente pero estaba seguro que usarían a la mascota de este y era lo que menos quería, algún día les dirían pero ese no era hoy tal vez ya mañana o pasado mañana o tal vez convencería al menor de mudarse a otro lado.

Alex- que tanto piensas
Rubius- no te gustaría irte de aquí
Alex- ya hablamos de eso, no me iré ni tu tampoco
Rubius- debía intentarlo

El menor se reía con su singular risa de delfín al ver el puchero que tenía el mayor, se suponía que a él le decían que era un niño pero su pareja se comportaba con un niño pequeño, no podía molestarse con él, claro que no, sabia de sus miedos de sus temores temía por su vida, por sus amigos, no serían juzgados ni mucho menos ya que mucho de sus compañeros tenían parejas del mismo sexo o habían salido con personas así, pero eso no quitaba que su novio temiera por su ex.

El joven con quien salía el hibrido era un obsesivo y demasiado celoso chico, no podían verlo ni saludarlo sin que este se alterara y le dijera que seguro lo estaba engañando, la vitalidad y hermosa sonrisa del teñido se perdía con cada día que pasaba con ese infeliz, hasta que un día notaron unos golpes y moratones que este poseía, esa fue la gota que derramo el vaso de todos, ver al chico más animado y alegre de todos estar tan desanimado y apagado, que el chico que los alegraba con sus bromas no pudiera ni reírse, estaban muy tristes por el pero no podían decir nada, el mayor decía estar bien, aun si no lo estaba.

Pero ese día el primero en saltar fue él, estaba cansado, sentó al mayor en el sofá cruzándose de brazos enfrente de él, le dio una última oportunidad para confesar lo que le hacia ese abusador, llevo al hibrido a un punto de quiebre donde confeso todo, los abusos, los golpes, el maltrato y la humillación que le daba, a todos les hervía la sangre de solo pensar en lo que tuvo que pasar, él menor al ver que nadie reaccionaba salió de su casa sin importarle los gritos del hibrido, por intentar pararlo, nadie lo intento parar ese desgraciado de lo merecía.

Luego de meses trabajando en el autoestima de este se volvieron parejas, pero ocultándolo a los demás, más porque el oso no quería que nadie se enterara, no se sentía preparado y temía que le juzgaran por estar con otra persona cuando su rompimiento era tan reciente, aún tenían que trabajar en su autoestima, peor poco a poco irían viendo como reparar todo lo que estaba mal, el menor con tranquilidad abrazo al más alto de la cintura besando sus hombros, transmitiéndole paz y amor al menor, le amaba y por eso toleraba todo a su novio, pero tal vez una travesura estaría permitida ese día.

Lentamente movió al mayor hasta poder estar sentado con el menor entre sus piernas, en su casa la vista era hermosa en el atardecer, el sol se iba ocultando poco a poco dejando sus colores anaranjados y rojizos a la vista desde su sillón se podía apreciar, con esa imagen el menor comenzó a torturar el cuello de su novio le besaba y chupaba este dejándole marcas rojizas muy notorias, una que otra mordida que se verían a simple vista, pero no importaba ambos estaban gozando de eso, cuando todo eso no fue suficiente el mayor se separó de su pareja quitándose la ropa dándole un hermoso espectáculo al de casco de stromtoper.

Su piel blanca llena de cicatrices de peleas pasadas, contrastadas con la luz del atardecer se le hacía demasiado hermoso, eso le excitaba de sobre manera, totalmente desnudo se subió sobre el menor de nuevo besándose con pasión, las caricias en sus cuerpos queriendo explorar la piel ajena por completo, sus cuerpos buscándose para darse más placer, era una montaña rusa llena de emociones y placeres, el menor hacia lo mejor para darle placer y prepara al mismo tiempo al hibrido lográndolo muy bien.

Sus carisias y besos lo mantenían distraído a gusto en los brazos que le transmitían amor, en los labios que le llenaban de besos y a lagos, complaciendo a alguien que no lo usaba solo para el sexo, no ellos dos no tenían sexo hacían el amor, de la forma más dulce y amorosa que se puede hacer, sin perder el toque salvaje que este consistía, ambos podían descontrolarse de vez en cuando para que no fuera tan monótona su relación, cuando el mayor estaba preparado fue embestido de una por el menor logrando sacarle el aire.

Espero un tiempo a que el contrario se acostumbrara cuando sintió que este se movía comenzó a embestirlo lentamente, el vaivén era suave y pausado dejando al mayor extasiado, el hibrido estaba abrazado al cuello del contario estando su boca muy cerca del oído del menor, los suspiros eran muy audible a esa distancia, así que cuando este susurro que quería más lo logro escuchar sin ningún problema complaciéndolo totalmente, las pausadas embestidas comenzaban a tener ritmo y aumentar de fuerza, los besos mordidas y chupones seguían llenando la piel clara del teñido y uno que otro a la de piel bronceada.

En esas cuatro paredes solo se oían los gemidos de placer de ambos individuos, el incesante chapoteo entre cuerpos y los intensos sonidos parecidos a aplausos que emitían cuando se adentraba lo más que podía dentro del hibrido, amaban sus sonidos, lo que creaban juntos incluso se amaban sin ocultarlo a nadie, no era su problema que los otros no supieran sobre su relación, sudorosos y algo cansados llegaron a su orgasmo quedando con espasmos de placer, se quedaron descansando en el sofá terminando de ver el bello atardecer dándole paso a la luna y las estrellas que acompañaban la noche, ya que recuperaran sus fuerza podrían seguir su sección de amor en la cama.

Mientras tanto en otro lugar, más específico en la casa de Vegetta, se encontraban todos los guerreros debatiendo algo muy serio y apostando, cuando no, unos contra otros, por el momento había tres grupos, pero de que apostaban nuestros valientes guerreros

Luzu- yo apoyo a Vege
Auron-tu siempre del lado de él, porque no me apoyas mi niño
Vegetta- es que yo siempre tengo la razón
Willy- no siempre
Fargan- yo digo que se marcharan de aquí sin decirnos nada
Willy- apoyo a Fargan
Luzu- yo apoyo a que Rubius lo dice sin querer, ya sabéis es porque él es muy despistado y lo dirá
Vegetta- claro que si chaval si ese enano sabe marcar lo que es suyo
Auron- yo digo que la calva toxica me lo dirá en la siguiente sesión
Luzu- bueno eso también puede ser
Vegetta- decide Luzu
Mangel- yo digo que me lo dirán primero a mi
Loli- apoyo a mi niña, ellos tres son amigos de infancia
Mangel- exacto, no pueden negarlo
Vegetta- 10 Karmas de oro y 2 bloque de diamante a que Rubius lo diga sin querer
Mangel/Loli- 10 diamantes y 5 Karmas de plata a que se/me lo dice a mi niña/mi
Fargan- 10 Karmas de oro y 5 de Plata a que se van
Willy- 1 bloque de diamante y 5 Karmas de plata a que se van
Auron- 10 Karmas de plata y 5 diamantes a que me lo dice en la consulta
Vegetta- y tu Luzu a quien apoyas
Luzu- 10 Karmas de plata y 10 de oro, más 5 bloques de diamantes a que mañana Rubius llega o con vendajes o una bufando queriendo ocultar las marcas que Alex le dejo en el cuello
Todos- que
Luzu- bueno, no lo sé, ya sabéis mañana hay misión puede que sea así

Todos siguieron discutiendo hasta que se fueron a su casa, al día siguiente en la misión hubo un ganador y claro fue Luzu ya que el menor llego con una bufanda en pleno verano y Alex con unas vendas en el cuello, ese día al final se descubrió la relación de ambos.

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⏰ Última actualización: Dec 23, 2021 ⏰

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