¿Y si lo intentamos? [Aizawa x oc]

Capitulo 5.

Ya por fin Recovery girl me había dejado ir, así que me vestí poniéndome el uniforme, tomé mis cosas y me dispuse a ir al aula en la cual sería mi castigo, mientras caminaba por los pasillos saqué mi celular para poder colocar música de mi playlist la cual tenía una variedad de estilos, dicho esto, del bolsillo de mi mochila, saqué mis audífonos y los conecté al celular. Justo antes de entrar al salón, escuché a alguien llamar mi nombre.—

??: Haruko Yamada hey!.— comentó alegremente aquel héroe.—

Me volteé para ver quien era y me sorprendí bastante ya que era el mejor héroe de todos a pesar de ya no estar en el mundo de la "acción".—

Haruko: A-all might!, buenas tardes señor.— exclamó fuerte y con una reverencia mostrando todo su respeto ante el súper héroe.—

All might: HA HA HA! no actúes de esa forma joven Yamada.— rió mientras le daba un leve golpe en el hombro a la menor.— He oído mucho de ti, tú fuiste quien mandó al joven Bakugo a la enfermería,¿no es así?.— vió como la otra asentía con pena.— Jamás había visto a alguien que venciera a Bakugo con tanta rapidez, me impresionaste,¿te parece si vamos a hablar a mi oficina?.— la contraría estaba a punto de responder pero fue interrumpida por Aizawa que se suponía que esperaba a la menor para sus horas de castigo.—

Aizawa: No puede, está castigada.— dijo mientras se apoyaba en la puerta del aula.—

All might: Oh oh oh mi amigo Shōta!.—
se acercó y le dió una palmada en la espalda algo fuerte.—

Aizawa: No me llames así.— fue quitando la mano del contrario que estaba en su espalda.— Mientras que tú.— lanzó una mirada hacía la estudiante.— Adentro.— dijo sin más y entró nuevamente al aula.—

Haruko: Lo lamento All might, pero tengo que entrar.— inclinó su cuerpo para despedirse y se dispuso a entrar al salón.—

All might: Adiós pequeña!.— vio entrar a la joven al salón y volvió a su forma original.—

En el aula

Entré al salón con algo de pereza pero no me importó ya que tenía mi celular con los audífonos, vi a Aizawa sentado mientras que revisaba unos papeles o los que tenía pendiente, me dirigía a una de las sillas de la fila tercera pero Aizawa me detuvo.—

Aizawa: Te sientas al frente.— dijo sin sacar su mirada de las hojas.—

Agh, ni modo, me dirigí hacía la primera fila y me acomodé, me puse ambos audífonos para poder empezar a vivir estas dos horas que quedaban de tortura y aburrimiento. Puse mi música a tope y me dispuse a mirar hacía la ventana, pero un grito interrumpió mi tranquilidad.—

Haruko: Eh?.— miró a su profesor el cual parecía que era él quien la llamaba.—

Aizawa: Dame tu teléfono.— señaló al aparato mencionado.—

Haruko: Entonces qué voy a hacer mientras tanto?.— preguntó algo fuerte.—

Aizawa: Ese no es mi problema, esto es un castigo, ahora dame tú celular.—

Haruko: Pero!.—

Aizawa: Bien, con que así será.— se levantó de su silla y se dirigió hacía Haru.—

Vi a Aizawa acercase algo bravo entonces inmediatamente desconecté los audífonos del celular y se lo entregué.—

Aizawa: Gracias, ahora, espera estas dos horas.— volvió a su asiento.—

Siendo así, me recosté en mis brazos y volví a mirar hacía la ventana... y sin darme cuenta me quedé dormida.
"Haruko despierta", "vamos, despierta".— escuché desde lo profundo de mi "conciencia" por así decirlo, aún tenía algo de sueño entonces ignoré la voz que me hablaba.— Vamos niña despierta.— Comencé a abrir mis ojos y me di cuenta que era Aizawa quien me trataba de despertar.—

Haruko: ¿Qué pasa?.— dijo algo entre dormida.—

Aizawa: Vamos, levántate niña, ya pasaron las dos horas de tu castigo, es hora de que te vayas
a casa.—

Haruko: Oh está bien, gracias Aizawa sensei.— fue diciendo mientras tomaba sus cosas para ya poder retirarse del salón.—

Aizawa: Para mañana por favor me traes un ensayo acerca de los héroes más reconocidos de la historia.—

Haruko: ¿Qué? pero no tendré tiempo para descansar.— se volteó antes de salir.—

Aizawa: Ya dormiste lo suficiente en estas dos horas,¿no crees?.— fue diciendo mientras terminaba de empacar sus cosas.—

Haruko: No es justo! estuve aquí, pasé las dos horas y además, aún me siento algo lastimada por la pelea con Bakugo, y el fue quien empezó.— comentó bastante molesta.—

Aizawa: Mira niña.— se fue acercando a ella cada vez más.— Yo soy tu profesor y tú eres mi estudiante, yo te doy una orden y tu la cumples.— sin darse cuenta, tenía a la menor contra la pared.—

Aizawa me tenía contra la pared, quería moverme pero algo dentro de mí me decía, "quédate quieta". Se sentía bien tener a Aizawa tan cerca de mí, no quería que se moviera de allí.—

Aizawa

Tenía a Yamada debajo de mi nariz, no quería moverme de aquí, algo dentro de mi se sentía cómodo con esta situación.—

Ambos lograban sentir la respiración del otro mientras que compartían miradas. Sin darse cuenta Aizawa comenzó a acercarse más a Haruko, los cachetes de la menor lograron tomar un color rosa carmesí el cual aquel acto sobresaltó al mayor un poco e hizo que retrocediera dándole espacio a la menor para que pudiera marcharse.—

Aizawa: Ya puedes irte.— se alejó de la menor volviendo a lo suyo.—

Haruko: Si claro..— siendo así se dispuso a salir del salón.— Hasta mañana Aizawa sensei.— se retiró.—

Aizawa

No quería admitirlo, pero creo que esta niña me va a volver loco.

Haruko

Salí algo agitada de
la habitación.— "Dios! ¿por qué me hace eso?".— pensé cuando estaba ya casi saliendo de la escuela, la verdad es que no quería pensar mucho en ello, además ya estaba algo tarde y tenía que alimentar a Kuro.
Justo en la puerta de entrada de la escuela, me dije "sinceramente no quiero caminar de noche", así que decidí hacer un portal para evitarme el cansancio que tenía conmigo, incluyendo los golpes de la pelea ridícula con Bakugo. Pasé el portal y ya me encontraba en la sala de mi casa, me quité los zapatos y tiré mis cosas del colegio en la mesa del comedor, mientras me servía un vaso de agua escuché un maullido, me volteó y logré ver a Kuro acercándose a mi pierna.— Hola bebito, ¿te portaste bien?...perdón por llegar tan tarde, tuve un pequeño lío en el colegio.— lo acaricié suavemente y le serví de su comida y me dirigí a mi habitación para poder hacer esa estupida tarea que me dejó Aizawa. Pero en eso alguien toca a la puerta de mi casa.—¿Quién será a esta hora?.— deje a un lado mi cuaderno y mi ordenador y fui a abrir la puerta y...mierda
¿por qué Aizawa está en la puerta de mi apartamento?.—