《 DUDDYPUDDY'S ONESHOTS 》

#2

Soy incapaz de separar la vista de él...

Sé que lleva ya mucho por la clínica pero hace poco me fijé en lo mucho que me gusta. ¡Claro que no fue de repente! Antes me parecía antipático y amargo, pero luego de que vendiera a sus "hermanos" a esta mi maravillosa clínica, su atractivo es cada vez más y más atrayente. ¡Después de todo gracias a su contribución, papá me consiguió la cabeza de esos tres ases! No me malinterpreteis, me encanta pasear por las plantas bajas y ver sus caras congeladas en terror, peró aún me falta un as... y es el as de pica.

—Pica...

Así se llama. No hay palabras para describir su belleza, pero haré lo posible para que entendais... tiene el cabello corto, y una gran cicatriz que atraviesa toda su cara por encima de su ojo, no sé cuando ni como se la hizo, pero puedo recordar con claridad que la primera vez que pisó estos fríos pasillos, no la tenía. ¡Aún que eso solo le añade más atractivo porque combina perfectamente con su cuerpo robusto!

A lo largo del día, cada vez que me acerco con un fin distinto a la medicina, se aleja con una cara de asco y sigue con su trabajo. Pero no me importa. No me importa porque al final querrá conocerme con la misma intensidad con la que yo lo quiero conocer.

¡Hoy papá me dió el historia médico de Pica y me puse muy contenta! Olí las páginas y supe que era de él al instante, solo él desprende un olor tan caracteristico. Lei y releí los documentos pero no pude conseguir nada valioso, era impecable, el único borrón era el como se hizo esa fea cicatriz.

Aún que Pica lo quisiera, no podría ocultarme ningún secreto.

—¿Sabías que es de mala educación rebuscar en información privada?

Su ronca voz me golpeó como una bofetada. Estaba detrás mia, lo sentí cuando posó su gran mano sobre mi hombro y casi chillo de felicidad ¡Mi amor me estaba tocando!¿¡Acaso podía ser más afortunada!? Su aliento contra mi nuca cuando se flexionó para arrebatarme los papeles fue el equivalente a tocar el cielo, aún que solo fue por un momento, fui la chica más feliz de aquella clínica, ni siquiera su mueca de desprecio hizo que parara de mover entusiasmada mi cadera de un lado hacia otro, moviendo el vuelo de mi falda.

—¿Se puede saber porqué tienes esto?

—¡Mi padre me lo pasó! Quería saber un poco más de ti porque no quieres hablar conmigo.

Como predije, parte de su labio superior se levantó a modo de mueca de asco y pude divisar sus blancos dientes. ¡Tan pulcro como siempre! No pudr reprimir una sonrisa.

—Niñata... ¿Cuántas veces tendré que decirte que te mantengas alejada de mi? Me das asco.

—No deberías decir esas cosas y menos aqui, ¿Recuerdas? soy intocable~ –Encogí los hombros y mis manos acompañaron el movimiento– ¿Qué te pasará si le digo a mi padre que me hicistes algo malo?

Entonces lo ví en su mirada, tan claro y palpable que solo necesitaba estirar la mano para sentirlo; Miedo. No lo culpo, sería mentir si dijese que las normas no las hago yo, pero de cierta forma, es así, solo necesitaría un chasquido de dedos para quedarme con su vida.

—¡No le diré nada, cálmate!¿Qué crees, que soy una asesina? Idiota, tu me gustas.

Mantuvo silencio. Como si escogiera las palabras adecuadas.

A veces me gustaría saber que piensa.

—Deja de decir gilipolleces, no me conoces, y aún que lo hicieras, jamás estaría con alguien como tú.

Vaya. Eso era un problema.¿Se está negando a mis deseos? Eso es nuevo.

—Ooh, eso ha dolido, Pica. Eres tan cruel. Pero tranquilo, arreglaremos eso. Juntos.