Hay cinco cosas que vuelven loco a Jungkook.
1. La forma en la que el rostro inocente de Eunbi se torna carmesí cuando el le susurra cosas indebidas al oido.
2. Como Eunbi desciende la mirada cada vez que lo siente cerca.
3. Como Eunbi se resiste cu...
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Jungkook exhalo con rabia pasandose una mano por la cabeza, ¿Tenian que llegar justamente a esa hora? ¡Que le den por el culo! Tomo la toalla que habia lanzado antes y se la coloco en el cuello, mirando la forma en la que Eunbi parecia tener un ataque de panico nivel diez despues de haber oido la voz y los pasos de su hermana y el resto de su maldita familia.
- No pasa nada, nena, bajale al miedo - indico moviendose hasta la puerta - voy a bajar primero y tu bajaras despues de cinco minutos.
- Si, si...
Cerro la puerta de golpetazo y bajo las escaleras lo mas rapido que pudo. Lo primero que observo fue el dramatico rostro de su hermana y despues, la fingida sonrisa de su madre, el severo rostro de su viejo y la estupida sonrisa del que supuestamente seria la ultima victima de Somi.
- Hola - elevo la mano, metiendose las manos en los bosillos.
Su maldita respiracion seguia acelerada, pero eso era lo de menos. La mano de Mingyu estaba inclinada hacia el y la sonrisa ridicula seguia en su rostro.
- Soy Kim Mingyu, es un gusto, Jungkook.
- Lamento no decir lo mismo.
- Jungkook, ¿Que modales son esos? - su madre coloco el grito en el cielo.
Noto la mirada asesina y Mingyu solo nego con la cabeza sonriendo comosi eso hubiese sido una broma sin importancia.
- ¡Las maletas, Eunbi! - exhalo su madre de nuevo.
- Por cierto, mamá, el resto del personal del servicio no ha vuelto. - la voz chillona de Somi estremecio las paredes.
- Su padre ordeno que no regresaran, cree que es suficiente con dos personas.
Jungkook se paso la mano por el cuello, maldiciendo en su interior. Le valia mierda todo lo que hablaban ahora; lo unico que queria era largarse de ahi lo mas pronto posible, pero si lo hacia, posiblemente lo desheredarian. Sus ojos se quedaron quietos cuando vio a su criada bajar rapidamente las escaleras y descender la mirada, haciendo tres reverencias seguidas.
- Buenos días - susurro. Su voz apenas se escuchaba.
- Llevate las maletas a los respectivos cuartos, rapido.
- Como usted diga.
Eunbi hizo otras tres reverencias e intento tomar dos maletas en cada mano, pero le fue imposible. Estuvo a punto de hacer un nuevo intento pero se detuvo al sentir una mano tocando su hombro, asi que elevo la morada y se encontro con un rostro amable, pacifico y sonriente.
- Dejame que te ayude a subirlos, eso esta muy pesado - Mingyu tomo las maletas como si nada mientras continuaba sonriendo.
- Muchas gracias...
Las cejas de Jungkook se elevaron al ver como Eunbi sonreia y descendia el mirada con el rostro enrojecido como siempre.
- Hueles a cigarro, ¿Has estado fumando tan temprano? - la insoportable voz de su hermana lo saco de sus pensamientos.
