PROLOGO

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"¿Ellos volverán por mi?" pregunto un tierno Donghyuck de unos cuatro años de edad mirando por la ventana frente suyo, con un pequeño brillo nostálgico en sus lindos ojos marrones, viendo como los autos pasaban por la carretera en aquella noche tan fría y nublada.

"No lo se Donghyuckie" contesto lentamente la doctora peinando los cabellos de su nuca, logrando que se relaje y libere un largo suspiro asintiendo lentamente, pegando su frente al cristal de la ventana fría del pasillo, suspirando de nuevo pero esta vez mas fuerte haciendo que el vidrio se empañe al no obtener la respuesta deseada.

"¿Usted lo cree posible señorita Lee?" le volvió a preguntar esta vez volteando hacia la doctora, la cual sintió su corazón estrujarse viendo la gran esperanza que perduraba en las palabras de aquel pequeño niño frente a el.

Su corazón se rompía un poco mas cada vez que el tierno Donghyuck le pedía que le prometiese que sus padres volverían por el, porque el le pedía que lo haga, le pedía que le prometiese que iban a volver por el y que lo iban a volver a amar. La señorita Lee lo hubiera estrujado entre sus brazos justo en ese preciso momento.

"Yo creo que deberías ir a dormir Donghyuckie" el castaño asintió despacito dejando caer sus hombros al no recibir una respuesta a su pregunta, volteando una ultima vez hacia el cristal del pasillo, viendo como ahora este estaba lleno de gotas que se deslizaban por el haciendo que el frunza su naricita. Odiaba la lluvia, lo hacia sentir triste y el odiaba estar triste.

Suspiro una ultima vez para bajarse de la silla en la que estaba, impulsándose demasiado fuerte provocando que sus rodillas golpeen el suelo quitando un quejido de dolor, el cual no duro mucho ya que una pequeña mano se poso debajo de su brazo derecho y lo levanto, sus rodillas dejaron de tocar el suelo para dejar que sus piecitos le devuelvan la estabilidad que en un principio perdió.

Levantó su rostro lentamente para encontrarse con el de un tierno niño de pelo negro el cual sostenía con su mano derecha a Donghyuck y con la otra un helado de palito que estaba comenzando a derretirse sobre su mano.

Donghyuck rió cortito para luego señalarle el helado que seguía derritiéndose manchando toda la mano del pelinegro quien parecía no darse cuenta que de a poco se estaba quedando sin su helado de palito ya que estaba bastante pedido en lo lindo que se vio aquella pequeña sonrisa en el rostro del castaño delante suyo.

El pelinegro poso su mirada donde Hyuck estaba señalando para cambiar su expresión a una de completa sorpresa al ver como su helado se derritió dejando llegar a este hasta su antebrazo. La doctora, quien sonrió ante dicha escena frente a ella, llamo la atención del niño con el helado.

"Mark, hijo ve a limpiarte las manos debemos irnos" aviso a el pelinegro de cinco años de edad con aun una gran sonrisa en su rostro pero el pequeño Mark ni se movió, aun seguía sosteniendo fuertemente la mano del castaño mientras que el helado se seguía derritiendo entre sus deditos llegando hasta el suelo.

"Mark..." susurro Donghyuck para el mismo pero al mismo tiempo haciendo que el nombrado despegue la vista de su madre para pasarla a el otra vez. Donghyuck sonrió al devolverle la mirada a el pelinegro sintiendo una gran calidez en la mano que estaba siendo sostenida por Mark "Lindo nombre Mark" continuo viendo como graciosamente los ojitos de Mark se abrían fuertemente dejando un tierno rojo en sus mejillas.

"Mark" asintió el pelinegro llevando su mano con el helado derretido a su pecho afirmandole que ese era su nombre y dejando una mancha de helado en su linda remera de Bob Esponja.

Mark miro con un tierno puchero el desastre que ocasionó a lo que Donghyuck oculto su sonrisa viendo como las cejas del pelinegro se fruncían al ver como esa gran mancha estropeaba su remera favorita y comenzaba a traspasarse dejando que su pechito se sintiera frió.

"Tus cejas son extrañas Mark" volvió a hablar el castaño soltando lentamente la mano del pelinegro sin borrar la sonrisa de su rostro "Pero me gustan" agrego asintiendo al ver la mirada de confusión del pequeño Mark y a su vez provocandole una gran carcajada a la doctora Lee quien aun se encontraba contemplando la graciosa escena de los dos niños frente suyo . "De acuerdo señorita Lee, me iré a dormir, buenas noches" hizo una pequeña reverencia hacia la doctora para luego voltear hacia Mark para hacer el mismo gesto al cual el pelinegro correspondió con otra pequeña reverencia logrando que su, ya derretido helado, se salga del palito cayendo al piso.

Donghyuck no evito reír por lo gracioso que se veía Mark. El pequeño canadiense sonrió en respuesta notando como los ojitos de Donghyuck se achicaban por su gran sonrisa. El castaño salio corriendo al poco tiempo para ir a su cuarto y poder descansar, dejando a un pequeño Mark con unas mejillas sonrojadas y un no helado de palito.

"Mark..." llamo su madre despacio aun con una sonrisa en su rostro. El nombrado levanto su rostro despegando su mirada del pasillo por el cual Donghyuck salio corriendo segundos atrás para posarse en su madre.

"Era de sandia" dijo con un puchero señalando al suelo donde se encontraba su helado derretido, su madre sonrió acariciando sus cabellos tiernamente arrodillándose a su altura.

"Te comprare otro, lo prometo" Mark asintió y su madre lo ayudo a limpiarse las manitos que estaban llenas de helado para luego ambos salir del orfanato en el cual la madre de Mark trabajaba, esperando en la puerta por su padre para llevarlos a ambos a casa.

El pequeño Mark durante todo el viaje no emitió ni una palabra, su mirada estaba clavada en la mano derecha, la cual hace algunos minutos fue sostenida por Donghyuck y sonrió al recordar como brillaba la sonrisa de aquel tierno castaño.

Ángel -Markhyuck-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora