¿Has escuchado los pasos detrás de ti? Aunque aún no lo sepas, ahí están, cada noche, cada vez que te reflejas en el lago.
El fantasma de Lee DongHae está observando.
- ¿No se supone que no creamos en estos... Espíritus malignos?
- No. Ryeowook, se...
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- Es bueno saber que aún me recuerdan – sonrió con dulzura el rubio.
El hombre a su lado parecía confundido, creía que el joven hijo de los Choi había partido para nunca volver, cuando su familia dio por sentado el viaje a Francia y posteriormente la boda del joven, sin embargo, y pese a todas las tradiciones implicadas, el muchacho Choi nunca había vuelto al condado, ni siquiera cuando, en un trágico suceso, la familia se había visto obligada a entregar al hijo menor del matrimonio entre Choi Hangheng y Choi Heechul al propio sacerdote del condado, no había rumores sobre el joven Choi, sin embargo la chismorrería contaba que era para ocultar de su esposo su deshonra.
-¿Ha venido de visita, joven amo? – pregunto con la vista baja, evitando mirar al jovencito a su lado, pese a los años, el muchacho se veía compuesto, joven y precioso como el triste día en que se fue.
- Si, he descubierto que pasar tantos años lejos de la familia no es algo muy honroso de mi parte - dijo con simpleza.
- Entonces será un autentico placer servirle señorito, dígame, ¿Qué puedo hacer por usted? le llevare de inmediato a sus tierras.
-No será necesario, ahora mismo lo que necesitaré será algo de ayuda – respondió el joven sonriente.
-Lo que necesite, Amo.
-Necesito que mi familia no sepa de mi llegada – Donghae se rio al ver la incredulidad reflejada en los duros rasgos del hombre -. Necesito ver al hacendado Lee Hyukjae.... Para expresarle mi gratitud.
El hombre no terminaba de creer en las palabras del muchacho, sin embargo, había sido un fiel ciervo de su familia por años, no era quien, para cuestionar al doncel, después de todo, recordaba que era un joven amable y cariñoso, no podía causar ningún mal su extraño comportamiento.
Será que así son las cosas en Francia, pensó el hombre.
-Señor – llamó el doncel rubio. - ¿sabe si alguien de mi familia murió, si se celebró algún acto fúnebre hace doce años? – preguntó con aire distraído.
-¿A su partida? – Donghae asintió -. Los amos se veían bastante deprimidos, el amo Changmin enfermo a causa de su partida, como bien sabe, nuestro señor lo llamó hace un par de años después, luego de eso la cas fue un lugar funebre pero prospero, usted sabe que la familia y el pueblo se llenaron de pena con los sucesos ocurridos en los años siguientes.
Donghae sin saber muy bien de que hablaba el ciervo, permaneció en silencio, asintiendo a cada una de sus palabras con su mejor cara de luto.
-Lléveme a la hacienda de Lee Hyukjae, por favor – pidió el doncel.
