En un lugar de aquella enorme pero vieja casa se encontraba un niño en el patio trasero que más bien contaba como jardín de flores, se encontraba sentado con su hermano mayor al lado y su hermano menor en brazos.
- ¿Que piensas de las flores? - comento sin más esperando respuesta por parte del contrario
- ¿Para que quieres saber? - respondió una voz un poco más chillona pero fría
- No se - dijo para después ver al frente suyo y encontrarse con las hermosas combinaciones de flores, desde rosas hasta enormes girasoles - yo pienso que solo son tejidos de materia y polen - después de ese comentario voltio su vista al contrario
- Yo pienso que son lindas - dijo mientras se levantaba para dirigirse a una pequeña acumulación de claveles con el menor todavía en brazos - aunque... - acomodó al menor como pudo a su lado izquierdo para luego con su mano libre tomar parte de ese grupo de flores y regresar a su puesto junto al mayor
- ¿Que haces? - pregunto con un tono muy curioso, veía como el contrario entrelazaba y enrredaba los tallos de las flores entre sí
- ... - no contesto a la pregunta del contrario por ahora - ... Aunque creo que más linda es tu cara - comento sin mucho interés mientras dejaba la pequeña corona de flores en la cabecita del ecuatoriano
- Aww... Un minuto, ¿Hablabas de el o de mí? - tenía curiosidad, era bastante obvio
- De los dos - dijo en un suspiro bastante pesado dejando al más menor en brazos del mayor para luego adentrarse a la enorme casa casi gateando
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5 años habían pasado y todavía permanecía ese hermoso jardín
- ¿Sigues pensando lo mismo de las flores? - el ahora adolescente volvía a tener esa misma curiosidad que tenía de niño y se notaba bastante
- Mmm... - soltó un suspiro un tanto pesado - ¿Para que quieres saber? - pregunta pero no de la misma manera que había contestado de niño, más bien con curiosidad de saber lo que quería el mayor
- Solamente quiero saber si sigues teniendo la misma mentalidad - dirigió su mirada hacia el preadolescente que tenía al lado, de cierta manera quería volver a escuchar el mismo comentario que había dicho su hermanito cuando eran más pequeños pero está vez dirijido solo hacia el
- Pues... Sigo pensando que son lindas, que son una de las pocas cosas bellas que quedan en este mundo - dijo sin más mientras arrancaba con cuidado un diente de león que se encontraba a su lado para luego posicionar esa pequeña flor en el cabello de un dormido niño que descansaba en su regazo
- ¿Incluso más lindas que yo o Ecuador? - tenía la "necesidad" de escuchar al menor decir; "tu rostro es aún más lindo que esas hojas de colores" o algo así
- ... Perdoneme pero lo único que tienen de bonito es la actitud -
- Pero... Tu piensas que mi actitud es una mierda -
- Exacto - con cuidado dejo al infante en los brazos del ya adolescente e ingreso a la casa sin decir más
