Vacations (JJBA-Parte4)

En la estación...

Capítulo 1.

- ¡Allí está...!

- ¡Jotaro-san!

- Lamentamos la demora... - entre respiraciones agitadas, Josuke se disculpó con su sobrino, el que solo los observaba. Okuyasu temblaba de pies a cabeza y a Koichi parecía prudente hacerle RCP. Se tapó los ojos con la visera; eran de fiar, pues aún habiéndoles pedido que asistan a la estación 10 minutos después de salir de la escuela, se esforzaron por cumplir.

- Está bien. Gracias por esforzarse tanto – sacó de quién sabe dónde una botella de agua, por la que comenzaron a pelear de inmediato los dos adolescentes más altos. En lo que le ofrecía otra a Koichi, miró el reloj de la estación.

- ¿Esperamos a alguien? – se distrajo Josuke, dándole la batalla a su amigo, quien bebió casi todo el contenido de la botella.

- Si... - guardó silencio, buscando cómo explicarles... eran muy jóvenes y sus Stand eran poderosos, pero no poseían aún la experiencia para poder entender algunas cosas.

- ¿Jotaro-san...? – murmuró Koichi, tan observador como siempre, quizá notando la duda en el rostro del adulto. Los otros dos observaron fijamente, intentando ver a través de la pared de dramatismo que parecía rodear siempre al más alto.

- Pasemos a la cafetería... - señaló de la nada, evitando mirarlos.

- ¡Pero que amable, seguro es por la carrera para llegar aquí después de clases! – Okuyasu celebró avanzando al local sonriente. Koichi y Josuke intercambiaron una mirada ¿no estaba siendo de más evidente...?

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Un capuchino, un café negro, una malteada y un helado reposaban sobre la mesa. Koichi bebía con simulo y Okuyasu llegó a notar que debían esperar explicaciones de parte de Jotaro, por lo que comía con calma su helado, esperando.

Josuke suspiró con fuerza y frunció el ceño.

- ¿Es un enemigo...? – sus amigos quedaron en silencio, tensándose ante la posibilidad de que sea una mala noticia.

- No. – soltó pero no acotó nada más – Dame un respiro... - soltó con verdadero pesar, cambiando su postura sobre la silla, cerniéndose sobre la mesa, haciendo que los adolescentes se tensen aún más – Es... lo que sucede es... - estaba sudando, intentando ver dónde les hacía saber la situación. Los jóvenes tragaron grueso - ... es una amiga la que llega a Morioh en unos minutos.

Silencio. Los ojos abiertos como platos sobre el adulto y el aliento aún retenido fue un calvario de soportar cuando quisieron soltar una risa. ¿Todo eso era por una mujer?

- S-supongo que Koichi aquí te puede ayudar más que nosotros... - Okuyasu palmeó la espalda del más bajo, quien volteó a ver a Jotaro; a penas se distinguían sus ojos bajo la gorra.

- ¿E-eh? ¡Pero si siempre consulto a ustedes! – los señaló, como queriendo compartir la responsabilidad con los dos.

- Están equivocados. – la voz ligeramente más grave de Jotaro les llamó la atención de nuevo.

- ¿Qué, entonces no es tu novia? – Josuke lo señaló, dudoso ¡Y él, que se había puesto tan contento por la felicidad de su sobrino!

- Eso no viene al caso. – terminó por decir, bebiendo su café un momento; eso estaba siendo más difícil de lo que había pensado. Koichi de inmediato notó que no estaba negando el asunto de que fuese su novia – Viene una amiga con sus dos hijas – y terminó por concretar la primera idea – son usuarias de Stand – continuó, haciendo que el ambiente se ponga tenso de nuevo, por fuera escucharon el silbido del tren llegar, siempre puntual. Jotaro se distrajo al mirar por la ventana – Necesito que me ayuden a... - guardó silencio al notar una avalancha de gente acercándose a la zona de abordaje; cayó en cuenta que había cometido un error al vacilar en contarles, ya era tarde - ¡Tenemos que ir afuera! – dejó un billete costoso en la mesa y salió a la carrera, siendo seguido por los adolescentes, confundidos.