Capítulo 1

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Krist's POV

Había estado de inquilino con Singto durante muchos días, a veces iba y venía de mi departamento al de Sing, pero solo iba al mío para recoger ropa. 

Mentiría si dijera que ya estaba listo para encarar a Gun, pero debía hacerlo, lo sabía, era algo que frecuentemente Singto me pedía y recordaba.

Después de varios días conviviendo con él estaba convencido de que mis sentimientos eran genuinos, adoraba pasar tiempo con Singto, mis piernas temblaban cuando nos encontrábamos en alguna cursi situación, las mariposas en mi estómago se volvían locas e intensas; era una relación tan abismalmente diferente a la que tenía con Gun y eso me hacía sentir realmente bien.

Singto no revisaba mis cosas, no me preguntaba cada diez minutos mi paradero, tampoco se enojaba conmigo por pequeñeces, eso para mí, era perfecto.

Por primera vez en meses, mi corazón se sentía en paz, yo me sentía en paz, disfrutando de las actitudes de Singto haciéndome sentir cómodo y seguro.

Este día era para los dos.

Rayos sí, hace varios días que no podíamos pasar un momento a solas y estaba realmente nervioso por la cita que Singto había planeado hoy.

Me coloqué frente al espejo de mi habitación para ver cómo lucía. Vestía un pantalón de vestir color negro, una camisa blanca con detalles negros y con botones del mismo color. ¿Muy formal? No lo creía. Para mí era el outfit perfecto.

La cita no iba a ser algo realmente elegante, simplemente sería una cena privada en el departamento de Singto, pero a pesar de ello, quería lucir impecable, quería verlo sonreír en cuanto me viera, quería que no se le pasara por la cabeza la idea de voltear a ver a alguien más.

Llegué al departamento de Singto justo a las nueve de la noche, mi corazón golpeaba con fuerza contra mi pecho. Apostaría todo el dinero de mi cuenta bancaria a que si fuera posible, éste ya habría salido de mi pecho para ir hacia donde Sing.

Sonreí tan amplio como pude y toqué el timbre una vez, ni siquiera pasó un segundo cuando un muy atractivo Singto me abrió la puerta.

"Rayos, rayos, rayos."

Mi mirada lo recorrió de arriba abajo. Vestía algo muy similar a lo que yo traía lo cual me había hecho reír, pero lucía tan malditamente atractivo que tuve que tragar saliva y forzarme a alzar la mirada hacia sus profundas orbes oscuras.

"¿Me quería matar?"

—Luces muy bien. —Escuché decir a Singto y sentí tan calientes las mejillas que tuve que bajar la mirada para ver la punta de mis zapatos, huyendo de los ojos de Singto.

—Tú también. —Susurré, llenándome de valor para alzar la cabeza.

Le sonreí de forma amplia nuevamente y en cuanto Singto abrió la puerta para dejarme pasar, justo eso hice, sorprendiéndome de inmediato por el escenario cursi que mis ojos venían.

—Sé que es cliché, pero... —Escuché la voz de Singto a mi espalda.

—Me encanta. Nunca me habían hecho algo así.

Confesé con honestidad, viendo de forma enternecida la mesita para dos personas que estaba justo en el centro de la sala, con un mantel color vino vistiéndola y con una silla en dos lados opuestos.

Me acerqué para sentarme en una de ellas y observar todo con más detenimiento, había una rosa roja encima de la mesa y dos velas aromatizantes color púrpura.

Moon & SunlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora