Capítulo 9

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Cuando llegaron al lugar, ambos estaban totalmente confundidos al ver que se encontraban en una calle solitaria y oscura, con locales cerrados y aparentemente, abandonados. Frente a uno de los locales estaba sentado un hombre mayor de piel oscura, decidieron acercarse a él para pedirle información.

—Buenas noches, estamos buscando este lugar —le dijo Derek entregándole la tarjeta.

El hombre al verla no dijo nada simplemente se puso de pie y caminó hasta uno de los locales abandonados, lo abrió e invitó a pasar con un movimiento. Ellos entraron, con un poco de recelo, al lugar que estaba totalmente vacío, lo único que había era una escalera que daba hacia un nivel inferior y del cual salía una luz roja intensa.

Mientras bajaban la luz se volvía más intensa, al igual que la música y los murmullos los cuales empezaban a envolver sus oídos. Después de varios escalones de la larga escalera, llegaron a la disco. Era un lugar bastante llamativo; con mesas y sillones forrados con tela de terciopelo brillante; diversas jaulas colgantes en las que había exóticos bailarines, quienes solo llevaban puesto una tanga de cuero, y camareras Drag queens.

Derek, ignoraba a los peculiares clientes que estaban en las mesas tomando, también a los que estaban bailando en la pista, mientras que Mana no paraba de ver a todos lados, visiblemente sorprendida y aturdida por encontrarse en ese ambiente tan estrambótico. Llegaron hasta la barra donde el bartender miró a Derek de forma lasciva.

—Hola guapo, hace días que no venías por aquí —le dijo el sujeto que llevaba puesta una peluca de cabello largo con distintos colores, un maquillaje exagerado y una gruesa cadena metálica que rodeaba su cuello que envolvía todo su pecho hasta llegar al  estómago, también tenía un gafete pegado a la cadena que decía Afrodita.

A Derek le alegró encontrar a alguien que conociera a su hermano en tan poco tiempo, tal vez podría sacarle algo de información.

—Estaba de vacaciones —se excusó dedicándole una media sonrisa.

—¿Y quién es esta belleza que me has traído?   —Acarició la barbilla de Mana con sus largas uñas.

—Es mi esposa —contestó él.

—¿No me digas que la convenciste para que participara en tu mundo de perversiones? —Derek volteó a ver a Mana, quien miraba al bartender con una mezcla de vergüenza y fascinación—. Tranquila, cariño, no voy a morderte; a quien quiero morder es a él —dijo guiñandole un ojo a Derek—. Tomate este trago para que te relajes un poco.

Rápidamente preparó un trago en un vaso pequeño, con varios tipos de licores y luego le encendió un fósforo encima hasta obtener una llama azul, la sopló y luego de unos segundos hizo que Mana lo tomara de un solo sorbo. Ella abrió abruptamente los ojos e hizo una graciosa mueca al terminar. Derek miraba con una sonrisa el espectáculo, cuando sintió una mano apretar sin ningún decoro uno de sus glúteos, se volteó y tomó al tipo por el cuello.

—Si vuelves a tocarme juro que te partiré la cara —lo amenazó.

—¡Por qué la agresividad, cariño! Suéltalo ahora mismo, sabes que no tolero ese tipo de comportamiento aquí. Tomate esto, es tu favorito. —Le extendió una copa de cosmopolitan decorada con una rodaja de naranja.
Derek soltó al hombre que de inmediato huyó de él, despavorido, luego tomó un sorbo de la bebida. Inmediatamente disimuló su desagrado al sentir el dulzor del líquido, sin embargo, se lo terminó de todas formas para no despertar sospechas.

—¡Este lugar es genial! —dijo Mana, quién ya llevaba cuatro de esos tragos con llamas.

—Es muy divertida. —Afrodita explotó en carcajadas al ver a Mana bajo los efectos del alcohol—. Me cae mucho mejor que tu último amigo.

El DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora