Suyo | YoonMin | ADAPTACIÓN | TERMINADA

16

Jimin

- ¿Fue productiva su tarde de compras? - Yoongi se acercó a nosotros en cuanto cruzamos el umbral de la puerta.

- No, para nada. - Comentó Taehyung, a la vez que tecleaba en su celular. Yoongi arqueó una ceja y rodeó mi cintura con un brazo. - Resulta que Jimin es mucho más terco de lo que parece, hermanito.

- ¿En serio? - Comentó sarcástico. Si había alguien aquí que sabía sobre mi terquedad, ese era él.

Taehyung se limitó a bufarle mientras guardaba el teléfono celular en el bolsillo trasero de sus jeans.

- No me permitió comprarle nada. ¡Nada!

Yoongi me miró inquisitivo.

- ¡Pero me compraste cosas igual! - Protesté.

- Sí, pero fue sin tu permiso. - Respondió con una enorme sonrisa. - De todas formas, debo irme, Hoseok me está esperando.

Se acercó a nosotros y besó nuestras mejillas con rapidez. Esa tarde había descubierto que Taehyung era así. Todo lo que hacía, lo hacía de forma rápida y eficiente.

Se alejó junto con dos guardaespaldas, hablando a la velocidad de la luz por teléfono.

- ¿Estás bien? - Yoongi tomo mi cintura con ambas manos y me giró, dejándome rodeado por sus brazos, y acercó sus labios a mi frente. - Estás pálido. - Susurró, y luego depositó un beso allí.

- ¿Pálido? Ah, no, no. Yo sólo... - Se alejó para mirarme con una ceja alzada. - Estoy cansado. Muy cansado. Ya sabes, Taehyung, las compras. Eso...

Su expresión escéptica no cambió.

- Sabes que eres un mentiroso deplorable, ¿Verdad? - Me mordí el labio, pero decidí no alegar nada más. Yoongi sacudió la cabeza y suspiró. - Supongo que en algún otro momento me lo dirás. ¿Quieres cenar?

- Lo cierto es que no tengo hambre. - Comenté torciendo el gesto.

- Debes comer algo, Jimin. Lo llevaré a la habitación.

- ¿Tú cenas en la cama? - Se encogió de hombros.

- Sólo cuando estoy cansado.

No pude contener una risita.

Imaginar a Yoongi en momentos como esos era algo divertido.

- ¿Se está riendo de mí, joven Park?

- Oh, nunca me atrevería a hacer algo semejante, señor Min.

Yoongi se limitó a rodar los ojos, y luego dejó caer su mano derecha sobre mi trasero, dándome una nalgada y haciéndome brincar de la impresión.

- Vete a la cama, Park. Subo en un minuto.

Me apresuré a subir las escaleras, y cuando cerré la puerta de la habitación, comencé a hurgar en mi bolso.

Sí, allí estaba la cajita rosa, esperándome.

Suspiré.

¿Lo debería hacer ahora o más tarde?

Más tarde. Mañana, cuando Yoongi estuviera trabajando, decidí.

Si lo hacía ahora, estaría toda la cena comiéndome las uñas y eso no sería algo recomendable.

Volví a meter la cajita en mi bolso, y lo dejé sobre el sillón, bien cerrado.

Dios me salve si Yoongi encontraba el test.

No, no quería ni pensar en eso.

Me dejé caer sobre la cama, agotado.

Acababa de descubrir que las tardes de compras con Taehyung eran algo extremadamente cansado.