Pero las cosas se iban complicando cada día más. KyungSoo se recuperaba de sus quemaduras y su herida en la pierna, pero a su vez, la herida que le había dejado el abandonar a ChanYeol también se iba curando de una forma que desconocía.
JongIn era alguien impulsivo. Tenía sus días buenos como también sus días malos. Le cocinaba, limpiaba la casa, le bañaba y hasta le hacía reír. Le contaba cosas que hacía de pequeño y, a veces, se atrevía a inventarse historias sobre fantasmas, lobos y otras criaturas del bosque.
Una vez, KyungSoo le preguntó sobre los lobos. Desde que había aparecido en la cabaña del moreno que no había vuelto a tener miedo por ellos pero sí los había escuchado aullar.
-¿No tienes miedo de que te muerda un lobo? -comentó mientras JongIn le enseñaba a crear cuencos y vasos de madera. El mayor había recuperado la mayoría de su fuerza y ahora tallaba con delicadeza aquel trozo intentando darle una forma para crear su bol, su propio cuenco para comer allí y no ensuciar el del moreno-. De donde yo vengo, era muy frecuente ser atacado por un lobo. Al menos cuando...-se quedó callado recordando el cadáver de su padre. Parecía todo tan lejano, tan irreal, como si no hubiera vivido aquello.
-No -dijo el moreno-. No me atacan. Yo les dejo vivir y ellos me dejan vivir a mí.
Aquel día se acabó la conversación y no volvieron a sacar el tema.
Era finales de primavera. Hacía mucho calor y KyungSoo ya había salido de la cama. Sus quemaduras eran simples marcas de color rosado sobre su piel. Por suerte, su rostro estaba perfecto, lo único que aún se podía notar era la herida de la pierna, como había cicatrizado de una forma fea y descuidada.
Sus planes de curarse y marchar cada día estaban más difusos por culpa de JongIn. Era amable, atento, le había enseñado tantas cosas de la vida que era como un hermano mayor, o algo más, algo tan intenso y profundo que no sabía describirlo.
Aquel día se encontraban fuera de la casa haciendo la colada. Habían limpiado las sábanas de la cama y ahora las tendían en un tendedero manual que había creado el moreno. BaekHyun alargaba los brazos mientras JongIn le sujetaba por la cintura.
-Ay, no llego JongIn -comentó mientras intentaba pasar la mitad de la sábana al otro lado. Escuchó la risa del menor en su oído haciendo que su bello se erizara-. ¡No te rías! -protestó.
-Mira que son bajos los chicos de Loira -agarró el trozo de tela y lo pasó al otro lado-. ¿Qué te parece si hoy comemos conejo...? ¿KyungSoo?
El mayor se había quedado paralizado. Lo miraba con terror, como si viera a un lobo. JongIn frunció el ceño extrañado por el comportamiento de su amigo.
-¿Cómo sabes que vivía en Loira? -susurró. El rostro del moreno ni se inmutó al contestar.
-Lo has susurrado mil veces durmiendo -dijo mientras cogía el barril con agua y jabón-. Millones, si me permites remarcar. Siempre decías que querías irte de Loira, algo de tu madre y luego empezabas a llorar. Sé lo que es Loira, no estoy tan desconectado como crees.
El moreno parecía algo molesto así que KyungSoo lo siguió hasta dentro de la casa. Su argumento era creíble, muchas veces, ChanYeol le había dicho que gemía como un perro cuando dormía y que a veces también hablaba.
-¡Espera! -el más bajo abrazó al otro por la cintura y lo atrajo hacia su cuerpo. JongIn se había quedado en silencio aguantando aún el barreño sin ningún tipo de esfuerzo-. Lo siento por asustarme. Soy un idiota. Pero es que no quiero que nadie sepa de mí. Quiero olvidarme de Loira.
El menor se retiró sin decir ni una palabra. Dejó el objeto en el suelo de la cocina y empezó a despellejar el conejo sin ningún pudor. KyungSoo no podía mirar así que cerró los ojos y siguió hablando sin importarle que JongIn no quisiera escuchar sus palabras.
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[kai y Soo]
FanfictionTodos conocemos la verdadera historia de Caperucita Roja pero ¿Conoces esta versión? ¿Qué pasaría si el lobo no fuera realmente tan malo? ¿Y los Aldeanos tan buenos? ¿Qué pasaría si toda tu vida se desmonta y sólo tienes al lobo? este fic no me per...