Estoy maldito por amarte (hasta la tumba)

capítulo 12

Lan Xichen está sentado en la biblioteca con Wei Wuxian, repasando todos los datos que han recopilado hasta ahora.
Todavía no se suma a nada.
No pueden encontrar nada.
¿Cómo es esto posible?
Como no hay nada
Lan Xichen puede escuchar a Wei Wuxian escribiendo en sus notas.
Han pasado meses desde su fallido intento de traer a Wanyin a casa.
Lan Xichen todavía tiene el recuerdo de cómo Jin Rulan dejó los Recesos de las Nubes grabados en él.
Estaba roto.
No sabía si se podría arreglar.
Al menos-
Ninguno de ellos pudo hacerlo.
El único que pudo fue el que causó la fractura en primer lugar.
Lan Xichen se levantó de la mesa y regresó a las pilas para encontrar algunos pergaminos más.
Estos eran los mismos pergaminos que había protegido cuando se incendiaron los Recesos de las Nubes.
Había dejado a su familia, su gente, su hogar por estos pergaminos.
Eran las únicas partes de su antigua vida que podía proteger. Le dieron mucho consuelo cuando todo su mundo estaba en llamas.
Pero después de años de pasar por ellos para encontrar a Wanyin y no ganar nada ...
Está empezando a odiar mirarlos.
 

 
Lan Xichen recuerda haber pasado una noche en los manantiales fríos con Wanyin.
Se había quitado la túnica, dejándolo solo con los pantalones mientras Wanyin mantenía puesta su túnica interior.
Lan Xichen había estado meditando en medio del agua mientras Wanyin se sentó en una roca cerca del borde y sumergió sus pies descalzos.
Lan Xichen se acercó a donde estaba Wanyin, se colocó entre las piernas de Wanyin y lo miró.
Cuando todo lo que vio fueron esos hermosos ojos azules arrugados en una sonrisa, Lan Xichen lentamente arrastró sus manos por las piernas de Wanyin antes de dejar que se posaran pesadamente en los muslos de Wanyin cerca de sus caderas.
“¿Estás seguro de que no quieres entrar al agua, Wanyin? Es bastante refrescante ".
Lan Xichen vio que la burla salía de la boca de Wanyin antes de que respondiera.
“¿Estás bromeando? Hace mucho frío. No tengo ni idea de cómo sigues ahí, Xichen ".
Lan Xichen comienza a frotar lentamente sus pulgares en pequeños círculos en los muslos de Wanyin. Puede sentir el tirón en la respiración de Wanyin mientras lo hace.
"Pensé que te gustaba el agua".
Wanyin pone los ojos en blanco a Lan Xichen.
Realmente es tan hermoso.
"Me gusta el agua cuando tiene una temperatura adecuada para nosotros, los simples seres humanos, Zewu-jun".
Lan Xichen se inclina más cerca y puede sentir el calor que irradia el pecho de Wanyin mientras mira hacia esos ojos azules.
"¿Cuánto tiempo vas a seguir llamándome Xichen?"
Wanyin inclina la cabeza confundido.
"¿Qué más debería llamarte?"
Lan Xichen siente que la sonrisa se dibuja en su rostro.
“Podrías llamarme Lan Huan.- Yo no me opondría a que que dijeras Huan- ge bien “.
Lan Xichen observa cómo el rubor se extiende por las mejillas de Wanyin, pero se sorprende un poco cuando Wanyin se inclina tan cerca que sus narices casi se tocan. Lan Xichen aprieta sus manos sobre esos muslos por reflejo.
“Te diré Xichen. Cuando te vea en Lotus Pier, te llamaré por ese nombre ".
Lan Xichen sabe que está sonriendo demasiado.
"¿Cúal?"
Wanyin simplemente se inclina hacia atrás y sonríe.
"Tendrás que averiguarlo cuando llegues".
 

 
Ya es tarde para cuando Lan Xichen regresa al Hanshi .
Se ha vuelto más difícil no volver a caer en la reclusión.
Porque-
Porque cada vez que pensaba en dejar la reclusión, siempre se había imaginado a Wanyin con él.
Pero cuando Lan Xichen abandonó la reclusión ...
Estaba parado solo.
Porque Wanyin ya no estaba con ellos.
Lan Xichen comienza a realizar el movimiento de prepararse para la cama mecánicamente. Se acerca a su tocador, se quita la cinta de la frente y se pone la bata de dormir. Saca el postizo y lo coloca sobre la cómoda.
Se dirige a la cocina para calentar una tetera y se la lleva a la mesa del dormitorio.
Vuelve a la cocina para tomar una taza, pero cuando regresa a su habitación, hay una figura vestida con una túnica de color púrpura oscuro que sirve dos tazas de té.
Lan Xichen deja caer la taza que sostiene.
Se rompe.