Capítulo 1

1 0 0
                                    

Todos se fueron y me dejaron en casa.

Mamá se fue a su trabajo y mis hermanos a su caro colegio.   

     

     Yo en cambio estoy aquí sola en casa haciendo las tareas del hogar. Ese es mi castigo por gritarle al padre de mis hermanos.

"Nadie lo mando a ser tan idiota" digo en voz alta mientras alzó las manos frustrada. Me tiró al sofá y respiro hondo. Miro hacia el techo y veo una grieta en el techo de mi sala. Espero unos segundos más y me rindo, me pongo de pie y busco uno de los cuatro canastos de ropa que debo doblar.


Antes de irse mamá me dijo por quinientas ciencuentamil docientas treinta millonesima vez que debía cerrar las puertas, quitar las llaves y no abrirle a nadie y mucho menos a un extraño. Me lo repite cada vez que se va de casa... como si fuera una nena chiquita o una tonta.


    Esta vez le hice caso como siempre lo hago pero puede que cambiara una que otra de sus palabritas. Sólo fueron unas pocas y sé que nada malo va a pasarme. Soy buena defendiendome, tal vez me veo como una chiquilla indefensa pero no lo soy. Tengo bastante astucia y experiencia en problemas.

  

    Hacia un calor infernal! No podia dejarme morir en ese horno... Asi q abrí la puerta de la terraza. También la rejilla pues estaba lavando ropa, tendiendo, recogiendo allí  y doblandola en la sala. Abrí la puerta principal para q entrará luz y brisa. Deje la verja cerrada con llaves pero puestas. Las cerraría antes de las 6 de la tarde, de esa manera nadie se enteraría de que rompí las normas un poco.


Encendí el televisor
NO HAY NADA BUENO EN LA TELEE!!!! UGH!

Vi un poco las noticias y cuando se acabaron las interesantes lo apague de nuevo.

   Escuche un ruido en la parte de abajo de la casa. Se escuchó el sonido del portón como si alguien lo tocará o moviera. Me asomé por la ventana de la cocina para ver pero no vi nada. Seguí doblando la ropa normal. De seguro es "Shona" o "Fiona" no estoy segura de como le dicen. Es una lechona que abandonaron unos vecinos. Los perros la odian. Al principio nadie en el vecindario la quería pues entraba a los patios de las casas y rompía las verjas. Es que hay que admitir que al principio su aspecto da miedo. No te esperas verla solo de momento aparece y te asusta de la nada. Es enorme y hace poco había salido la noticia de los cerdos sueltos con rabia que mordian a las personas.


   Solo por si las dudas cerré las verjas de las puertas con llave y las quite. Coji mi teléfono entre mis manos y busque en el playlist una buena canción. Tenía tantas que no supe cuál escoger así que le di a aleatoria. No sé ni que canción salió en Spotify pero nunca la eh escuchado antes. Ni siquiera hacia sentido que estuviera entre mis Me gustas, jamás la había escuchado!  Me envolvi tanto haciendo mi tarea que no me percate de que alguien subía las escaleras de mi hogar. Vi una sombra pasar por mi balcón mire a la parte de atrás del mueble que estaba a mi lado y vi el bate de pelota de mi hermano. Era de metal y si corria peligro lo usaría.


    "Hola!...?"- Dice una voz masculina suave y timidamente.

Huevos EstrelladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora