Capítulo 2

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Leo:

Esta semana me concedieron el 3er grado. Al fin podré salir de esta maldita prisión de adultos diabolicos.

"Piensa que es un internado, piensa que es la academia militar a la que tanto querias ir" eso fue lo que me dijo Tata cuando me arrestaron por cuarta vez.

Si tan solo ella supiera como nos tratan aquí, se daría cuenta de esas son solo las mentiras que le dicen los oficiales a los padres para que crean que cuando sus hijos salgan de aquí seran tipo militar y educados. Solo sonreí y acenti, le dije que me portaría bien solo por ella.

Tata no tiene porque saber la verdad. No tiene que saber que en este agujero nos tratan como animales y nos sirven comida podrida de cerdos.

Llevo en el sistema desde los 15. A los 17 me liberaron por buena conducta.

Se supone que mi expediente quedaría limpio tan pronto cumpliera 18 pero en mi primer día afuera me porte un poco mal. Así que me trajeron de vuelta, solo que ya no estoy con niños diabólicos y malevolos. Ahora sólo estoy en el mismisimo infierno. Lo bueno es que los viejos aquí no molestan tanto como esos niños dementes. Aquí solo debes elegir ser de una pandilla y declararle la guerra a todas las otras. A menos que tu pandilla se una con otra solo porque tienen una venganza en común.

Al fin podré salir de aquí. Sólo durante el día pero eso es mejor que nada. Tengo que volver a las 7:30 lo más tarde 8:00, si me paso de esa hora me cancelaran todos los beneficios. Se supone que debo buscar un trabajo y reportarlo. Pero saben cuan difícil es conseguir un empleo cuando estuvistes en la prisión? Las oportunidades son 0.1 de 100.

Por hoy solo iré a visitar a Tata. Quiero que sea una sorpresa. Tata era mi vecina pero yo la quiero como si fuera mi mamá aunque parece más una abuelita. Mi pobre Tata ya esta viejita y ya casi no puede ir a visitarme. Su verdadero nombre es Vanessa, es la única persona importante en mi vida. A la única que quiero.

  Tata estuvo para mi en los peores momentos. Me acompaño durante toda mi vida. Me atendió, me cuidó, limpió mis lagrimas cuando las cosas andaban mal en casa. También me dio de comer cuando mi madre estaba demasiado drogada como para acordarse de mi. Siempre me ayudaba con mis tareas.

  Me escondía en su casa cuando mi padre llegaba furioso a golpear a mi madre. O cuando me gritaba que me largara porque tenía negocios que atender mientras entraban otros tipos de miedo a la casa. Mi madre siempre se drogaba para olvidar todo el infierno que mi padre la hacía pasar. Cuando no tenía dinero para pagar les entregaba a mi madre como una especie de pago. Mi madre tuvo que soportar muchas cosas horribles de mi padre pero luego cuando cumplí los 12 se aburrio de ella y nos abandonó. La dejo arruinada. Luego ella estaba tan ocupada en su dolor que se olvido de mi.

Tuve que ganarme el pan de cada día haciéndole favores a los del punto. No era la gran cosa, no era como si me importará algo más además de comer o ganar dinero para comprarme mis cosas y ayudar a Tata. Ella nunca estuvo de acuerdo con lo que hacía pero jamás me juzgo por eso. Traté de que no se enterara de nada pero los oficiales se encargaron de dejarcelo saber todo. Logro convencerlos en mas de 1 ocasión de perdonarme y dejarme en libertad. Sin embargo el último guardia con el que me cruce de veras tenía ganas de joderme...

Familia? No tengo.

Lo más cercano a ella es Tata y ahora camina con un andador y su corazón late gracias a un marcapasos. Enserio espero que todavia no se vaya porque cuando lo haga, estaré más perdido y sin rumbo de lo que ya estoy.

Guardia penal: "Cruz ya es hora de salir. Espero que no lo desperdicies, estoy harto de ver tu maldita cara por aquí. Igual dudo que pases de un mes con los privilegios del 3er grado. Jamás te comportas, no se ni como lo conseguistes."

"Te veo en la tarde come pollas."
Lo pensé pero no lo dije, la última vez que provoque a este idiota termine molido a golpes.

Eh estado 3 hrs caminando, de seguro cuando llegue a casa de Tata tendré ulseras en los tobillos. No puedo darme por vencido ahora, ya estoy entrando al vecindario. Veo muchas casas pero ninguna se parece a la de mi Tata.

"Joder ya me perdí"

Segui caminando para ver si había alguien en la casa. Así pediría ayuda o algo. Pero al parecer solo son de decoración todas esas puertas gigantes porq no hay nadie. De lo lejos vi una casa amarilla de dos pisos. Por la ventana se ve una chica joven, iré a preguntarle a sus padres.

5 minutos después


"Hey"

"Eh"

"Hola"

Veo su cabeza por una ventana. Genial tiene audifonos puestos y yo aquí haciendo el ridículo. Subo las escaleras y me paro en la puerta. No se ha dado cuenta de q estoy aquí.

"Hola" brinco de un salto. Miro a todas partes y no me encontro.

"Estoy aquí" me miro y enseguida se asusto. Le pedí un vaso de agua y me dejo pasar. Tengo que admitir que esta chica me da curiosidad. Que hace aquí sola en casa ? No se supone que vaya a la escuela? Enseguida me vinieron miles de preguntas a la cabeza. Intente conversar con ella. En la prisión es muy difícil encontrar con quién conversar. Parece algo orgullosa y testaruda. Por sus gestos creo que está enojada, intentaré hacerla sonreír. Una dama tan linda no debería estar tan sería. Es bastante sarcastica. Le ofrecí mi ayuda pero no me contesto así que solo tome un canasto y empeze a doblar ropa con ella. Se veía que tenia muchos que haceres. Honestamente no sé como rayoz de intentar conversar y pedirle ayuda a alguien hize que terminara sobre mi regazo. Ese no era el plan original. Si algun adulto me viera de seguro me acusaria de algo sexual. Y vaya, si que eh echo muchas cosas pero jamás lastimaria a una mujer. No después de como vi llorar a mamá. No se que edad tiene pero es hermosa. Parece una niña debo guardar mi distancia. Llevo varios años en prisión, hace mucho una dama no me da calor. Así que al tenerla tan cerca mi cuerpo reacciona de maneras involuntarias. Estuvo como 3 minutos en mi falda perdida en sus pensamientos. En cada segundo que pasaba sólo le rogaba a Dios de que no se diera cuenta del bulto que crecia en mi pantalón. Estaba tan avergonzada que salio disparada para la cocina. Me quedé mudo pensando que decir o hacer pero no se me ocurria nada...

"Le... Leo am disculpa" -tartamudeo.

"Tranquila fue mi culpa, yo debería disculparme. Igual ya debo irme, tengo que encontrar la casa de mi amiga Vanessa."

Me marche rapido y logré encontrar la casa de mi querida Tata pero cuando toque la puerta no había nadie. Me sente un rato y cuando mis pies estaban más descansados comence mi caminata de vuelta a la prisión.

Huevos EstrelladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora