DON'T LOVE ME ~DIENCO~

🌼 DONT LOVE ME 🌼

~ Á𝔪𝔞𝔪𝔢 𝔥𝔞𝔰𝔱𝔞 𝔢𝔩 𝔡í𝔞 𝔮𝔲𝔢 𝔪𝔲𝔢𝔯𝔞 ~

Cinco miró con desespero a todos sus hermanos

¿Como su padre había adoptado a tantos idiotas?

- ¿Ninguno entrenará?- preguntó con tono serio

Después de que todos se quejaran sobre lo aburrido del día, Cinco había propuesto un entrenamiento para mejorar sus habilidades lo cual no fue bien recibido por los demás miembros de la academia

- Relájate un poco -dijo Klaus tirado en la alfombra- Ya te pareces al viejo

- Cinco, ya salvamos el mundo, déjanos descansar- apoyo Allison

El menor -de estatura y físico- bufó claramente molesto y fue a su habitación

Desde que su Reginald lo había adoptado se había propuesto ser el mejor de todos sus hermanos pero eso le estaba resultando más fácil de lo que esperaba pues sus queridos hermanos eran una bola de perezosos inútiles

Decidió dejarlos a ellos en su propia miseria mientras él entrenaba por su cuenta, después de todo, aún debía de mejorar sus saltos en el tiempo

- Oye five- Lo llamó Diego desde el marco de la puerta

- ¿Que?

- ¿Sigues molesto?

- No idiota

- Sigues molesto- afirmó

- ¿Que quieres?

- Solo venía a decirte que iré con Luther por donas ¿Quieres algo?

- Si, que te largues de mi habitación

El menor no espero respuesta y cerró la puerta en la cara de número dos. El hecho de que haya mencionado su salida con Luther lo había hecho enojar más

- ¡Te traeré café! -gritó Diego desde el otro lado de la puerta

- ¡Vete!

También le enfurecía que Diego lo siguiera tratando bien aún cuando él fuera una mierda con el

Todo en Diego le molestaba...y lo confundía

Sacudió su cabeza para olvidar esos pensamientos, suspiro y pensó en una fecha aceptable para hacer un salto en el tiempo

- Tres semanas -pensó en voz alta- saltaré tres semanas en el futuro y volveré

Era un viaje relativamente corto ¿que podía salir mal?

~🌼~

- ¡Auch! ¡Maldicion!

Por un momento se sintió feliz al ver que había logrado su salto en el tiempo exitosamente pero luego todo se derrumbó al notar que había caído de rodillas sobre el piso y para amortiguar el impacto se sostuvo con sus manos sin notar los pedazos de una taza rota

- ¿Cinco? -Una voz sonó por el pasillo y segundos después Diego entró a la habitación- Pensé que habías ido por Klaus