I

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—¿Dónde estoy? —se preguntó Tanjiro mientras abría su ojo izquierdo.

El chico se encontró con un espacio negro, su cuerpo se sentía agotado y adolorido. Volteó su mirada y se encontró con un muro de carne y piel en el que yacía sujetó luego vio al cielo y se encontró con lo que parecían ser ramas de hueso.

—Duerme —le dijo una voz —. Aún no es tiempo de que pienses. —Tanjiro sintió como una mano le bajaba la cabeza y le cerraba el ojo. Él no hizo nada pues él quería dormir.

¡Por favor, hermano, no lastimes a nadie más! —escuchó recordando esa melodiosa voz por un instante pudo ver a la gente que él más quería, tirada y herida, olió la sangre de su hermana y se estremeció en temor mientras sentía un dulce sabor recorrerle la garganta.

Tanjiro dio un grito con todas sus fuerzas y después sintió como si volara, mas él seguía sujeto a aquel árbol de carne.

—¿Por qué quieres irte? —dijo la misma voz de quien le había dicho que durmiera. —. Los hubiera podido matar en este momento. Era el momento perfecto.

—No quiero lastimar a nadie —respondió con honestidad.

—No eres más que un iluso idealista —contestó la voz mientras una rama de hueso salía bajo los pies del chico pelirrojo —. Tú ahora tienes un propósito mayor que el de dar fin a mi existencia —y con esa frase apareció el ser que alguna vez fue conocido como Kibutsuji Muzan.

El ver a aquel hombre generó una furia devastadora dentro de Tanjiro. La furia del chico lo hizo despertar completamente y empezar a despegarse de aquello.

—Yo que tú tendría cuidado con lo que haga aquí —le dijo confiado.

—¡Cállate! —gritó iracundo el pelirrojo.

—Tal parece que quieres dañar a nuestra pasajera —eso hizo que Tanjiro se calmara y viera quien era esa "pasajera" de que hablaba Muzan.

Sobra decir que se quedó aún más enfurecido por ver a su hermana sujetada a él mientras caían desde una gran altura.

—¡Maldito! ¡¿Por qué la trajiste? —rugió con su ira el cazador de demonios.

—¿Yo? —preguntó Muzan en respuesta a la acusación de su sucesor —. ¿Acaso yo fui el que huyó de los moribundos cazadores teniendo clara ventaja de poder sobre ellos? No. Fuiste tú. Tú hermana se abrazó a tu cuerpo, y tú tomaste la decisión de huir, sólo porqué no querías matar a tus amigos, los cuales intentaban matarte desesperadamente —respondió sonriéndole triunfalmente.

—¡PREFIERO QUE ELLOS ME MATEN A SER UN DEMONIO! —gritó iracundo ante el argumento de su némesis.

—No lo entiendes, ¿verdad? —preguntó casi decepcionado el demonio —. El precio de tomar mi vida debe de ser pagado. El equilibrio de la noche se perderá sin mi presencia —dijo viendo cansadamente al pelirrojo.

—Si ya no hay muertes, por mí está bien —contradijo Tanjiro molestó.

—Habrá muertes. Muchas más muertes que antes —contestó inmediatamente —. Cuando la información de mi muerte llegue a oídos de ellos éste lugar será una zona de guerra en la que los humanos serán los más afectados. Y cómo a los Obuyashiki sólo les interesaba matarme, dudo que el seguir cazando demonios les sea prioridad —dijo convencido de sus palabras.

—¿"Ellos"? ¿Quiénes son "ellos"? —interrogó Tanjiro aún sin creer sus palabras.

—Es verdad. Los cazadores de demonios no saben que yo no fui el único experimento del doctor. No saben que soy uno de los Siete Señores Demonio —el escuchar eso dejó pasmado a Tanjiro. Por algún extraño motivo sentía que eso no eran más que malas noticias para sus amigos.

—Esos otros que dices... —habló suavemente sin estar convencido — ...¿Son tan poderosos como tú?

El qué Tanjiro preguntara eso le dejaba claro a Muzan que él empezaba a entender lo que buscaba conseguir transfiriendo su consciencia a su cuerpo.

—En mi máximo poder, era el cuarto más poderoso —eso hizo que Tanjiro abriera su ojo con completa sorpresa y horror.

Para derrotar a Muzan se necesitó sacrificar varias vidas, y además de eso el se debilitaba a cada momento dándoles aún más oportunidad. Si demonios del nivel de Muzan empezaran a atacar, los pocos cazadores que quedaban no serían suficientes.

—Si yo accediera a ser tu sucesor... ¿qué sería lo que pasaría con nuestras conciencias? —su pregunta salió por que si Muzan llegase a tomar control de su cuerpo lo más seguro que pasaría es que el comenzase una masacre sin discreción para aumentar su poder y recuperar su puesto.

—Yo me convertiré en recuerdos e información. Además, como eres demasiado blando, parte de mí se quedará en ti, para facilitarte el eliminar o negociar, además de saber cómo manejar las empresas que tengo bajo mi poder —el chico con el que hablaba no le dirigía la mirada.

—Hagámoslo... —dijo derrotado Tanjiro. Él era alguien que prefería morir como humano a vivir como demonio, pero si el morir así significaba que muchos más también lo hicieran, él no era lo suficientemente egoísta en hacer eso.

El peliblanco sonrió y se volvió carne que envolvió al chico pelirrojo.

Mientras tanto, en el exterior, el cuerpo de Tanjiro, que tras aterrizar se quedó quieto bajo la atenta mirada de Nezuko que se había soltado de su hermano, ahora se movía una vez más.

Los apéndices que salían de su espalda lo envolvieron creando un capullo de hueso, de los cuales una resina empezó a salir cubriendo su cuerpo. Lentamente la piel y la carne del cuerpo de Tanjiro se empezaron a deshacer hasta que no quedó más que sus huesos.

Nezuko miró eso horrorizada. Ella pensó que su hermano se había autodestruido para evitar que Muzan tomara el control de su cuerpo. Ella estaba a punto de romper en llanto cuando se fijó que la carne volvía a formarse en su cuerpo.

En ese momento ella se emocionó completamente. Su hermano sólo y por voluntad propia había logrado deshacerse del demonio que estaba tratando de poseerlo... o al menos eso pensó.

Tras eso el capullo empezó a romperse y de ahí salió Tanjiro, quien se miraba extrañamente diferente, aunque Nezuko no sabía lo que era.

La mayor parte de la ropa de Tanjiro había sido desintegrada dentro del capullo, lo único que le quedó fue su ropa interior la cual estaba parcialmente desgastada por los ácidos a los que se había expuesto.

Nezuko recostó a su hermano en su regazo a la espera de que éste despertara. Ahora que los dos habían vuelto a ser humanos podrían vivir sus vidas felices y tranquilos.

El rey DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora