Hablar con personas que en el fondo sabemos que no son correctas, que no piensan como quisieramos, que tienen un pasado y un presente inconstante, saber que nos comportamos amablemente solo por un interés moral o sentimental o simplemente porque amamos una apariencia y un espíritu parcialmente, es deplorable ver cómo pedimos veracidad y no somos verdaderos, la gente con el tiempo se vuelve una máscara porque la misma sociedad los acaba, acaba con los sentimientos y nos gastamos, nos quedamos sin aparentes emociones y cuando finalmente llega un fugaz amor y se despierta el corazón dura más el dolor que el amor, dura mas el olvido que los sentimientos.