Todo comienza a fluir, entiendo muchas cosas que no puedo describir, no hay prisa, no hay miedo. Todos los días un plan extraordinario empieza y es hermoso, lecciones todo el día, nada de aburrimiento, ni rastro de soledad, su plan es perfecto. La monotonía diaria me arrastraba y hubo un rescate, ahora soy feliz con Jesús, no necesito de más nadie y estando en Él y confiando en su voluntad aparecen personas que hacen de los días sonrisas, hoy si hay lágrimas son de felicidad, Si hay un camino es porque Él lo ha trazado, Dios me tiene de su mano, empiezo a entender que significa estar en Él.