Prefacio

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Hoy es viernes y el cuerpo lo sabe.

¡Por fin, me deshaceré de esos engendros! Pero antes, tengo que encargarme de la reunión con las niñas afectadas por el incidente, "FCD" como lo llamamos en la sala de profesores, follar con los Dalesio, aunque Arthur, digo: el querido director Johns, prefiera llamarlo "Incidente de desagravio poblacional femenino".

Mientras él se encarga del "Incidente de Agresión y Machismo represivo" por sus siglas IAMA. Total, las lamas glama se reunirán los jueves todas las semanas porque de por sí ya son chicos problemáticos, mientras las FCD solo hoy, al parecer los sentimientos de ellas no son importantes. Esto sucede sin lugar a dudas porque el director es hombre, no comprende los sentimientos que una mujer puede llegar a albergar en su interior, las pasiones intensas, incluso cuando se sabe que no se es correspondida, porque nosotras también no es enamoramos solas. De su sonrisa, de los hoyuelos en las mejillas del señor Arthur, de esos músculos bajo el traje y la chaqueta con parches en los codos.

Ni que decir de su voz diciendo: «Señorita MacGonal... ¿Podría encargarse de la reunión con las afectadas? Como mujer debe entenderlas mejor».

¡Cómo si me hubiera dejado opciones! No era una pregunta, si le decía que no, iba a salir conque él no podía y alguien debe hacerlo.

Empujé la puerta del gimnasio interno.

¿Qué podría yo saber de adolescentes?

Ciertamente, hubo un momento en que lo fui, y aunque no fue hace mucho, eran otros tiempos donde tan noble arte de la educación era respetado.

Al mirar las gradas supe que era más serio de lo que imaginé.

Las niñas estaban sentadas juntas, pero sin conversar ni mirarse.

—Buenas tardes, Señorita MacGonal —dijeron.

¿Quién había cambiado a mis estudiantes por robots?

¡Es un sueño hecho realidad!

¡No más ruido!

¡No más desorden!

—Buenos días, niñas.

Me ajusté la chaqueta. Darles ánimos.

—Hombre no es gente —dije—, y adolescente menos.

No hubo respuesta ni reacción.

—Sé que la mayoría se siente, usada, pero ustedes sabían qué tipo de relación habían aceptado, son inteligentes y esto lo van a olvidar, agradezcan que no están solas y si antes no les había molestado que menos les moleste ahora. La pasaron bien, las trataron bien, los muchachos están sumamente arrepentidos y dicen que no fueron ellos. ¿Por qué no intentan seguir adelante?

—No estamos enojadas con ellos —dijo una castaña sentada en la última hilera, las otras asintieron de acuerdo—, queremos que encuentren a quién lo difundió y que esa chica/chico, persona, plaña el día en que nació.

CretinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora