Capitulo 5

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Scarlett miraba desde su ventana la ciudad, recién terminada de bañarse la brisa chocaba con su piel ahora se sentía un poco más tranquila.

Escucho el timbre sonar se movió desde donde estaba para ir a ver quién era

Cuando abrió la puerta se encontró con un hombre delgado con un uniforme de una florería, junto a un ramo de rosas

Scarlett miro extraño al hombre y alzó una ceja

— ¿Scarlett Xoana Williams Williams? —pregunto el repartidor

— si

— esto es para usted —hablo el repartidor entregándole el ramo de rosas, Scarlett lo cogió

— ¿Quien lo envío? —pregunto

— ahí está la nota, solo firme acá —dijo el repartidor dándole unas hojas para que firme, Scarlett firmo y se adentro a su casa para mirar quien las envió

Saco la nota que estaba encima de las rosas

"Hola Scarlett, quería hacerte recibir estás rosas se lo mucho que te gustan, se que nunca te pedí perdón, no se que escribir, y solo quiero pedirte perdón por todo lo que hice"

Atte: Leandro

Scarlett apretó con fuerza la nota y le salió una lágrima frustrada de sus ojos, aventó la rosa empezó a destruir lo que encontró, lo odiaba tanto que no podría perdonar nunca lo que le hizo, abrió más esa herida que nunca fue curada.

Se tiró en el piso, la soledad se hacía más y más grande a cada momento, no veía a Leandro desde hace dos días

En ese momento le entró un furia inmensa, sacando la conclusión que Leandro se está burlando de ella y sabe que el no quiere darle nada, solo quiere destruirla.

— es suficiente, no dejaré que me destruyas hasta que yo acabe contigo primero —dijo levantándose del piso

Se fue a cambiar, poniéndose un vestido plomo apegado a su cuerpo,  con mangas tres cuartos que le quedaba tres dedos más arriba de la rodilla, acompañados de unos tacos junto a una de sus carteras

Se peino y hecho algo de maquillaje a su rostro, agarro las rosas junto a la carta, salió de su departamento cerrando la puerta y caminar hasta el ascensor

— ¿A dónde vas vecina? —pregunto alguien a su espalda, la voz se le hacía conocida y paro volteando su rostro para ver quien era

Se encontró con el rostro de Dominick que la miraba con una sonrisa coqueta

— hola —dijo

— ¿Que haces aquí? —pregunto Scarlett fríamente

— soy tu nuevo vecino —mostro sus dientes

— ¿Es una broma? Nadie vive en mi frente —scarlett empezó a acercarse

— ahora yo si —puso sus manos en su bolsillo, fijándose en las rosas que tiene Scarlett en su mano quiso preguntar pero Scarlett le interrumpió

— ¿Que quieres de mi?

— nada —respondio mirando a sus ojos

— ¿Por qué haces esto?

— yo puedo vivir donde a mi se me da la gana —hablo cerca del rostro de Scarlett

— no quiero que teme acerques —se retiro de ese sitio para ir hacia Leandro

Estaba en el taxi su día no podía ir peor, ese idiota al cual apenas conoce no la deja ni respirar.

Después de treinta minutos llegó a la empresa de su aún esposo.

Subió en el ascensor cuando llegó al piso deseado camino sin pedir permiso a la secretaria para entrar

Se metió en la oficina de Leandro, no había nadie, aventó las rosas hacía su rostro

— que sea la última vez que me envías este tipo de flores o estupideces

— solo era un gesto no lo note nada grave

— ¿nada grave? No quiero recibir nada de ti —le miro a sus ojos— no sabes cuánto de odio —hablo entre dientes— tu terminaste de destruir mi vida, pero sigues empeñado en hacerlo

— sabes que no lo planee de esa manera

— ¿Entonces? Dime cómo lo planteaste

— no creí que sucedería eso Scarlett yo...

— ¡Lo sabías! Sabías que pasaría algo malo tu lo sabías —derramo una lágrima que era imposible detener— me destruiste eras mi esposo  terminaste por traicionarme, y quitarme lo único que podía sostenerme

— no quise hacerlo scar...

— ¡Basta! No quiero nada de ti, lo único que quise de ti terminaste por quitarmelo —camino hacía la puerta para irse

Camino aguantando las lágrimas y soltó todo lo que tenía guardado cuando llegó al ascensor

Las puertas fueron abiertas camino lo más rápido haciendo parar un taxi

Cuando estaba en su edificio camino rápido para llegar a su departamento y gritar a un la herida seguía doliendo se apresuró en subir a su departamento

Corrió hasta su puerta intento abrir la puerta pero las lágrimas no lo permitían, limpio sus lágrimas pero la llaves se cayeron recogió las llaves pero estás seguían sin entrar, grito con furia

Se intentó calmar pero no podía

— ¿Que te pasa? —escucho la voz de Dominick que se acercaba a ella

— déjame —intento decir con las lágrimas

— sabes que no lo haré —le dió la vuelta

— por favor déjame —susurro con lágrimas en sus ojos que no dejaban de caer

Dominick la tomo del rostro— que te sucede te juro que te puedo ayudar —sobaba sus mejillas, Scarlett negaba

— nadie puede, nadie puede sacarme de esta oscuridad

— si me lo permites se que yo lo haré

— no —se alejo— nadie puede —intento abrir su puerta esta vez consiguiendo su objetivo

Se adentro y empezó a gritar con sus fuerzas, miro su balcón camino rápido, no quería la vida, no tenía por qué ni por quien luchar

Cuando estaba apunto de aventarse Leandro la agarro de su cintura y al apego a su cuerpo 

— ¡¿Que es lo que te pasa?! —dijo en su oído

— ¡Déjame! ¡Ya no quiero esto! No soy  solo suficientemente fuerte para soportarlo —lloraba

— yo te puedo ayudar, dime lo que te sucede te prometo que te ayudaré —hablo sin soltarla

— no podrías entenderlo, déjame por favor —suplico

Pero Dominick la alejó del balcón para llevarla a la sala

— te llevaré a un lugar —ella nego con las lágrimas

— no quiero —dijo

— te llevaré de todas formas, no te dejare acá

...

triste engañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora