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4- nāċīmīēnŧō

¡Hora de saber si será niño o niña!

Narek

Narek estaba exactamente nervioso, su esposa estaba apunto de dar a luz a un heredero o heredera, la espera lo estaba poniendo extremadamente nervioso y no quería seguir esperando para ver.

— Señor Narek, ¡su esposa necesita estar tranquila! — Dijo una sirvienta intentando detener a Narek.

Narek estaba apunto de derrumbar la puerta de la habitación en donde estaba su esposa pero unos llantos de bebé lo detuvieron.

— Señor Narek, felicidades. — Dijo otra sirvienta saliendo del cuarto y dejando entrar a Narek a la habitación de su esposa.

Narek entró a la habitación y vio a su esposa con dos pequeños, un niño y una niña.

— Narek...tienes un príncipe y una princesa...— Le diste  una sonrisa débil a tu pareja.
— Son hermosos...— Miró a sus pequeños que se parecían a el pero tenía los ojos de su madre. — Esta pequeña se llamará Nozomu y mi pequeño se llamará Senshi. — Asentiste en señal que te gustaban los nombres.

Vino

Vino estaba al lado de su esposa, había escuchado que aveces la mujeres morían al dar luz, el chico quería por lo menos recibir al bebé y cuidar a su amada.

Lo segundos se convierten en minutos, los minutos en horas y por fin...nació una hermosa princesa.

— Mi pequeña flor...esta hermosa niña se llama Hana...— Hablaba Vino tomando a su hija en brazos mientras su esposa dormía tranquilamente.

Vino estaba encantado con su hija, una hermosa niña que se parecía a él pero con ojos de su esposa.

Mare

Mare estaba esperando a que algún sirviente le dijera si su esposa estaba bien, llevaba esperando unas cuatro horas pero para el era casi como esperar años, todo su sufrimiento y espera terminó al ver a dos sirvientes trayendo a tres hermosas niñas.

— Son tres...tres princesas, Kyuaran...— Le Susurró Mare a su muñeca impresionado de ver a tres hermosas niñas tan parecidas a el pero con ojos de su madre.

Mare tomo a sus hijas y fue a ver como estaba su esposa.

— M-Mare...— Susurraste agotada — Ponle nombre a estas tres hermosas niñas...— Dijiste para luego dormirse.

Mare se quedó pensando un poco.

— Esta pequeña se llamará Yoru, tu serás Asa y esta última será Tengoku — Dijo con una ligera sonrisa.

Luego de decir eso vio a su amada y le dio un pequeño beso en los labios.

Ruze

Ruze estaba ayudando a que tuvieras al bebé, el chico estaba nervioso por su novia la cual se retorcía por el dolor de dar a luz. Las horas pasaron y nacieron dos hermosos niños demasiado parecidos a Ruze pero con los hermosos ojos de su amada.

— Dos chicos...— Miró a su amada — De pueden llamar Kaze y Taiyō — Preguntó con una dulce sonrisa.

Los sirvientes al verlo se desmayaron, tu solamente suspiraste y asentiste muy agotada.

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Adiós mis pastelitos dulces!

Cantidad de palabras: 484