*No haga que me ponga celoso conway, está jugando con fuego y se puede quemar con la llama de mi infierno*
Las palabras del ruso resonaban en su cabeza, y pensaba muy seriamente en lo que había pasado en su despacho la última vez que le puso "celoso"
-. Tal vez, podemos jugar un poquito, no? -.
Sabía que Volkov no mentía, si algo amaba del ruso era eso, era tan magnífica sincero que hasta daba miedo.
Pero quería ver a qué punto podían llegar sus celos y de podría aguantar de ¿"Castigarle"?.
∆
Por que coño iba ah hacer eso? Joder ni el mismo se reconocía, que mariconetti se había vuelto, pero si de algo tenía ganas era provocar a Volkov de una sobre manera que ni estaba imaginable.
Había cancelado su cita con Freddy por la sencilla razón de que Volkov le había pedido que salieran a una cafetería cercana, una cafetería que el visitaba con frecuencia y que sabía que todos los meseros babeaban por el algo que le incomodaba pero que ahora le daba todas a su favor.
- En que piensa conway? -
Preguntó Volkov quien iba manejando a dirección a la cafetería de la cual no faltaba mucho llegar.
- Ah, en que día estoy libre para salir con Freddy, me da penilla haberle dejado
plantado -
El juego comenzó.
- ¿Sigue con eso Jack? Pensé que le había dejado claro aquello -
- Joder si ya soy tuyo gilipollas, pero Freddy me invitó a salir antes de que tu me proclamaras como tuyo anormal -
Volkov apretó el volante haciendo que sus venas y músculos se marcarán algo que conway no había pasado de ser percibido.
El resto del camino lo pasaron así, conway provocando a Volkov de una sobremanera, que el ruso tenía ganas de dejar manejar bajar a conway del coche y romperle el culo en un callejón, pero aún así se contuvo.
Cuando llegaron a la cafetería conway bajo primero y, Volkov como siempre, iba detrás suyo aunque muy cerca de su trasero haciendo que de vez en cuando sus manos rozaran los glúteos del pelinegro.
- ¿Podrías dejar de invadir mi espacio personal? Me estas poniendo nervioso -
Volkov hizo caso solo para esta vez caminar al frente del mayor para abrirle la puerta.
Ambos entraron haciendo sonar la campana provocando así que todos los empleados del pequeño local fijarán su atención en el superintendente de los santos algo que Viktor no pasó desapercibido.
Conway camino hasta una mesa haciendo como si nos se diera de cuenta de que todo el mundo le miraba, Conway se sentó en una mesa algo alejada de las demás y Volkov hizo lo mismo alfrente suyo.
- Conway.... ¿cuando usted viene aquí no se siente observado? -
- No para nada Volkov, por que lo dices? -
- Pue... -
Alguien le interrumpió, un mesero alto de ojos azules, Moreno y con cabello tintado de un azul algo claro.
- Buenos días, bienvenidos, les dejo por aquí el menú y cuando sepan que quieren ordenar me llaman y yo os tomo la orden -
El mesero hablo con una sonrisa coqueta sin dejar de mirar a conway, algo que claramente Volkov noto.
