Capitulo 3.

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Depression Is Cool. 3

No duermo bien.

No como bien.

No estoy bien...

Todo me recordaba lo insuficiente que era, era un estorbo, y los antidepresivos ya no eran una ayuda, todo me salía mal, por todo quería llorar.

Mis lágrimas bajaban lentamente por mis mejillas, mientras yo veía la cuchilla en mi muñeca, mientras estaba sentada en la taza del baño.

No me cortaba, me parecía estúpido, pero estaba pensando hacer una locura, y me daba miedo saber que si era capaz de hacerlo.

Suspiré.

Mi celular vibró, estaba en el suelo, y la pantalla se prendió, ya que cada vez que llega una notificación hace eso.

Eran tantos mensajes.

No me importan, ¿Porque?

Necesito un psicólogo.

Quiero sentirme normal.

Aquellas notificaciones se habían vuelto una llamada, era de Cry...

Lo cogí con mi mano temblorosa dudando si contestar o no.

¿Le podía pedir ayuda?

Iba a contestar, hasta que colgó.

No le dí más importancia y volví a mirar la cuchilla, aún con la tentación de entrerrarla lo más profundo que pudiera en mi muñeca, era tan tentador el saber que eso podía acabar con tanto sufrimiento.

Era tan tentador saber que era la única y mejor solución...

Cogí la cuchilla, con el gran valor que tenía.

Pero no.

Era tan cobarde.

Pero era la única salida.

La puerta se abrió, haciendo que la cuchilla gallera al piso y yo diera un brinco del susto que me causó aquella acción.

¿Cómo pudo entrar?

Era Cry.

Sus ojos bien abiertos y su respiración agitada fué lo que me asustó más.

- ¿¡Que estabas por hacer Lidewij!? - Me gritó.

Causando que el temor que tenía se aumentara más, y tratara de esconderme más de él, tenía miedo, y no sabía porqué.

Sentí como se acercó más a mí.

Sus dedos tocaron mi cabeza.

Mis lágrimas no cesaban, mis ganas de salir corriendo aumentaron y mi temor seguía ahí.

Cómo pudo, tomo mi flaco cuerpo y me alzó.

Me acurruque en su cuerpo, sintiendo seguridad.

Estaba llorando mucho, y no sabía por qué.

Salimos del baño, y él apagó la luz, también apagó la del pasillo y entró a mi cuarto, la luz de esta ya estaba apagada.

Me acostó y se quitó sus zapatos y se montó él también a mi cama, me acercó más a él, sintiendo como me daba permiso de llorar en su pecho, era lo que más necesitaba.

Alguien, un apoyo.

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⏰ Última actualización: Nov 09, 2020 ⏰

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